así se ve

La pasión.
Es un amante de su trabajo, pasión que aflora no sólo por su disfrute tanto del golf como de Andalucía, pilares de la actividad de Promotur, sino porque recomienda a cualquiera que deje su hogar y se traslade a vivir a la costa andaluza, convencido de que es el mejor lugar para desarrollar una vida. Defiende a ultranza el carácter medioambiental de las instalaciones de golf frente a las críticas de algunos que considera infundadas y considera que aportan biodiversidad a la zona.

Conciliador.
Ramón Dávila se califica de constante y reconoce que le resulta muy difícil decir no. Seguramente sean esas dos características las que le han llevado a poner de acuerdo en multitud de ocasiones, como presidente de Promotur, a una colectividad de 40 socios que componen la asociación. Aspiran a ser 60 asociados cuando acabe el año, lo que le va a obligar a ser todavía más conciliador. En otro ámbito,sabe que el defensor del cliente es una figura que tranquiliza al comprador y obliga al promotor.

La arquitectura.
No se se trata de un arquitecto frustrado sino de un admirador de la arquitectura y de la obra de algunos creadores de esta disciplina. De los arquitectos modernos le gustan especialmente las edificaciones de Norman Foster, pero no se queda ahí; como en todo, Ramón Dávila busca en otras épocas para fijarse y disfrutar de la obra de Gaudí, que conoce y admira. Para el ejercicio de su cargo en Promotur los conocimientos sobre arquitectura son muy útiles.

Las cifras.
El conjunto de los socios de la asociación empresarial que Ramón Dávila preside contabiliza más 70 millones de metros cuadrados, y su volumen de facturación se eleva a más de 1.000 millones de euros al año. Así, Promotur copa una buena parte de las cantidades que, según estudios del sector, se atribuyen a viviendas residenciales de nueva planta, unos 4.800 millones de euros anuales. Estas cifras no parecen intimidarle, sino todo lo contrario, pues con nuevos convenios y socios busca aumentarlas.