INMOBILIARIO

La OPA de Metrovacesa comenzó con una cita en un restaurante de Lisboa

Los entresijos de una tela de araña que comenzó a tejerse hace meses

Rafael Gómez Parra/Madrid/Negocio Inmobiliario

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La historia interminable de la OPA sobre Metrovacesa empezó con una cita en Lisboa en la que Caltagirone y su hijo se reunieron en un hotel de la capital lusa con Jacobo Gordon, amigo y socio del yerno del presidente como testigo para intentar pactar con Rivero. Pero en este "culebrón" hay muchas más personas implicadas: José Aguinaga (Deva) ha mantenido conversaciones con Manuel Jove (Fadesa) y con el despacho de César Albiñana.

Los cuatro comensales que compartían mesa en el restaurante del hotel lisboeta no se dieron cuenta de que en la mesa de al lado, junto a una joven de gran belleza y físico espectacular, un empresario español escuchaba atentamente toda la conversación. Ni Joaquín Rivero, ni Gaetano Caltagirone y su hijo, ni tampoco Jacobo Gordon, sospechaban que cada una de sus palabras era retenida en la memoria del financiero en viaje de placer.
La OPA de Caltagirone y Marchini sobre Metrovacesa estaba en marcha, pero el empresario siciliano, a través de Gordon y de su jefe y amigo, Alejandro Agag, no renunciaba a un acuerdo que evitara el último round del combate. El más silencioso de los cuatro, Rivero, parecía más dedicado a escuchar con media sonrisa que a participar en los comentarios y ofrecimientos de sus compañeros de almuerzo.
Alejandro Agag ha trasladado su residencia a Londres, donde vive actualmente con su esposa, Ana Aznar, pero sus negocios en España los lleva directamente su socio y amigo de la infancia, Jacobo Gordon Levenfert, con el que tiene varias sociedades activas, como Titalbe, Natko, etc, dedicadas unas a la intermediación financiera, junto a otros compañeros de viaje como Javier Alvarez, Carlos Mazario o Jaime López Ibor. En otras está su tío Alberto Longo Alvarez Sotomayor.
Gordon fue también consejero solidario de CoShopper Hispania hasta finales del año 2001 con Oscar Ortega. Algunos de ellos pertenecen también al "clan de Becerril", grupo de jóvenes populares muy ligados al propio Aznar.
Alejandro Agag y Jacobo Gordon participaron también en las negociaciones que Joaquín Rivero y el presidente de Inmobiliaria Colonial, Brugera, celebraron en el invierno pasado con la idea de fusionar las dos empresas, junto a Metrovacesa. El director general de La Caixa, Antonio Brufau, intentó personalmente lograr un pacto, in extremis, con Rivero, pero éste se negó por las consecuencias que podría tener para los accionistas minoritarios, que ya protestaron porque el BBVA vendiera a Bami a 36,50 euros, sin que inversores pequeños pudieran beneficiarse de las primas obtenidas por el banco.
El consejo de administración de Metrovacesa formuló por acuerdo mayoritario, de once votos a favor y una abstención, las cuentas anuales e informe de gestión. También aprobó la propuesta de aplicación del resultado correspondiente al ejercicio cerrado a 31 de diciembre de 2002.
José Aguinaga, representante del grupo de inversión Deva, decidió no aprobar los balances de la inmobiliaria y abstenerse. Según medios inmobiliarios, el empresario vasco, ligado a Autobuses de Bilbao, Eurocis y a otras empresas vascas, ha estado todo el último mes jugando a tres barajas: Caltagirone, Fadesa y Bami, con conversaciones especialmente intensas con Manuel Jove, que estuvo estudiando hasta el último momento presentar una contraopa, tras varios viajes en avión privado a Italia. José Aguinaga parece haber establecido una más que buena relación con el bufete de César Albiñana y Suárez de Lezo. Hace unos meses tenía tan sólo un 2% de las acciones de Metrovacesa, pero llegó a un acuerdo con Rivero para adquirir un 3,2% de la autocartera a cambio de unos solares que poseía, y con una valoración de 20 euros por acción. Sin embargo, es difícil que acabe vendiendo por debajo de 30 euros.
Otros miembros del consejo de administración de Metrovacesa son Santiago Ybarra, Alejandro Churruca (Inmobiliaria Nueva Orleans, con la familia Cavero), Emilio Zurutuza, José Ramón Marco Gardoqui y Juan Ignacio Muguruza, ambos independientes, procedentes del BBVA, además de Juan Sureda y Santiago Fernández Valbuena, que representan a PGGM.
El fondo holandés PGGM, en cambio, no parece que vaya a traicionar a Joaquín Rivero, y su presidente ha manifestado a Reuters que no están dispuestos a vender por debajo de los 32,40 euros por acción, que es el precio de NAV (valor neto de los activos de la inmobiliaria descontados los impuestos y gastos), mientras que el GAV (el precio de la acción según el valor de los activos) supera los 37 euros.
Para complicar el contencioso, Jaime Castellanos, presidente de Grupo Recoletos, que edita el diario económico "Expansión", es presidente de Lazard Asesores Financieros, el banco que asesora a Caltagirone y Marchini en la OPA sobre Metrovacesa.