La filial brasileña de la constructora es una de las preseleccionadas para realizar el proyecto
Negocio Inmobiliario
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Vía Dragados, la filial brasileña del grupo español, ha sido elegida, junto con Dopsa, como una de las posibles adjudicatarias para la construcción de la línea 4 del metro de Sao Paulo. Los trabajos se dividirán en tres lotes distintos, de los que uno podría ser ejecutado por Vía Dragados. El presupuesto de este proyecto asciende a 655 millones de euros, que serán financiados parcialmente por el Banco Mundial.
Dragados participa en el mercado brasileño desde hace dos años, cuando compró la empresa Vía Engenharia que, con su nueva denominación (Vía Dragados), se ha convertido en una de las constructoras más importantes del país. Su cifra de negocio alcanzó en 2002 los 100 millones de euros y su cartera de obra ascendió 125 millones.
Durante los dos años que lleva funcionando, Vía Dragados ha desarrollado importantes proyectos en Brasil. En 2002, la filial carioca completó la construcción de 270 kilómetros de conducciones de agua en el Estado de Paraíba, las obras para el metro de Recife, en el Estado de Pernanbuco y las del metro de Belo Horizonte, en Minas Gerais.
Uno de los proyectos más importantes llevados a cabo por la compañía en el país americano y que ha sido abierto al tráfico recientemente es un puente de 1.200 metros de longitud, 24 metros de ancho y una altura de 62,7 metros sobre el lago Paranoá, en Brasilia. El puente Juscelino Kubitschek ha sido construido por un consorcio formado por Vía Dragados y Usiminas Mecánica y ofrecerá un reclamado servicio a los cerca de 450.000 habitantes de la zona.
Por otra parte, la constructora ha seguido adjudicándose proyectos que están actualmente en proceso de ejecución, como el edificio de la futura sede de la cámara legislativa del Distrito Federal, una vía de 100 kilómetros en el Estado de Pará y la restauración y mantenimiento de 282 kilómetros de carreteras en Pernanbuco.
La participación de Dragados en el mercado de la construcción de Brasil forma parte de la estrategia de expansión internacional del grupo que preside Antonio García Ferrer, y que se inició cuando Santiago Foncillas aún era presidente de la compañía.
Los objetivos fundamentales que se diseñaron con este fin fueron el impulso del negocio en Portugal, la entrada en el mercado chileno de las concesiones y la compra del grupo holandés HBG, operación que fue revisada tras la compra de una fuerte participación en Dragados por parte de ACS. Este último movimiento culminó con la venta de HBG a su competidora local, Royal BAM, dos meses después de que se cerrara la OPA de adquisición y cuando ya ejercía Antonio García Ferrer el cargo de nuevo presidente de Dragados.
La constructora española continúa en el proceso de fusión con ACS, que tras la OPA que quedó formalizada recientemente controla ya el 33% de la compañía. Ambos consejos de administración están tomando medidas para que la operación sea estudiada y evaluada por grandes bancos de negocio. El objetivo es que la fusión pueda concluir de forma definitiva a finales del presente año o a principios de 2004.