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Metrovacesa: OPA con "truco"

La batalla final por el control de la inmobiliaria española pone al descubierto los movimientos de Rivero y Caltagirone

Rafael G. Parra/Negocio Inmobiliario

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Rafael Gómez Parra
El 10 de abril se conocerá el "truco" que tenía la OPA lanzada por los italianos el pasado mes de enero. Según creen los socios de Bami, la banca Lazard habría negociado con dos grandes constructoras españolas, que cuentan en estos momentos con gran liquidez, para que, una vez conseguido su propósito de controlar más de un 50% de Metrovacesa, Caltagirone y Marchini vendieran las acciones compradas a 27 euros a 30 euros a una de estas grandes compañías.


Los activos de la inmobiliaria, al precio de 27 euros por acción, superan actualmente los 1.770 millones de euros. A 30 euros el título, Metrovacesa valdría más de 1.966 millones. Caltagirone y Marchini ganarían entonces más de 200 millones de euros de una tacada.
En Metrovacesa existe todavía un "colchón financiero" de más de 500 millones de posible ganancia, una cifra que sale de calcular la diferencia entre la cantidad en que valora la OPA italiana a la sociedad española (27 euros por título), y los 36,50 euros por acción que pagó Rivero al BBVA.
Quarta y Astrim tienen todavía otro margen de maniobra, que sería comprar a 27 euros las acciones que se les ofrecieran sin limitarse a conseguir el 50% más una acción, como se habían fijado en la primera oferta de compra.
Por este procedimiento, los italianos podrían conseguir un porcentaje variable entre un 10% y un 20%, que les serviría para negociar con Joaquín Rivero una reestructuración del consejo de administración de Metrovacesa, formado actualmente por hombres de Bami y de los fondos que le apoyan: Cartera Deva y PGGM.
El presidente de Bami y Metrovacesa sigue convencido de que Caltagirone y Marchini tendrán que volver a mejorar el precio ofrecido si quieren tener éxito con su oferta y conseguir así que PGGM venda su 17%. Esa sería la clave de la operación.
La nueva oferta de los italianos, Quarta y Astrim, a 27 euros la acción, no consiguió animar lo suficiente la Bolsa ni a los accionistas. Al día siguiente, una vez levantadas las medidas preventivas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la acción de Metrovacesa llegó a cotizar a 26,49 euros, con una subida de 1,44 euros (5,74%), pero rápidamente bajó a 26,10 euros, dejando de nuevo el resultado final de la OPA en una total incertidumbre.
Bami, que compró a 36,50 euros el 23,9% de las acciones de Metrovacesa al BBVA, manifiesta que sigue contando con el apoyo de los fondos holandeses PGGM (17%), de Cartera Deva (5,218%) y de los nuevos accionistas: El Monte (3%), Luis Portillo (Expo-An, 2%) y Domingo Díaz Mera (HC, 2%), que compraron a mediados de marzo un 7% a los fondos de Abu Dhabi por casi 28 euros el título. Si a estas participaciones les sumamos las de algunos accionistas personales, como el propio Joaquín Rivero, José Aguinaga, Alejandro Churruca o Santiago Ybarra, la OPA italiana tendría muchas dificultades para llegar al 50% de Metrovacesa que pusieron como condición para comprar.
Fuentes cercanas a los accionistas que apoyan a Bami consideran muy difícil que la OPA pueda triunfar si la oferta no se amplia por encima de los 28 euros, e incluso muchos consideran que tendría que superar los 30 euros para que los fondos holandeses o vascos se sintieran tentados para vender.
En cambio, si Quarta y Astrim decidieran comprar a 27 euros sin la limitación del porcentaje mínimo del 50% de la sociedad, los analistas creen que podría hacerse con el 20% y extraordinariamente llegar al 25% de Metrovacesa, contando con que el precio de cotización en las últimas semanas ha oscilado sobre los 25 euros, lo que le supondría al accionista una ganancia del 8%. Joaquín Rivero les ha prometido, sin embargo, que en dos o tres años la acción de Metrovacesa, fusionada o no con Bami, podría rebasar los 37 euros. Aquí es donde se la juega el accionista de la inmobiliaria: un 8% ahora o un 40% dentro de unos años.
Desde que Bami compró en junio de 2002 el 23,9% de Metrovacesa a 36,50 euros, valorando la empresa en 2.400 millones de euros o lo que es lo mismo 400.000 millones de pesetas, han sido varias las empresas que se han interesado en quedarse con la inmobiliaria española.
Primero fue Colonial, la filial de La Caixa, que quiso cerrar un acuerdo con Bami para hacerse con un porcentaje significativo, entre el 17% y el 25%, para finalmente llegar a hacerse con el cien por cien e integrar sus activos en el imperio de la entidad financiera catalana.
Las negociaciones entre Colonial y Bami quedaron rotas el pasado invierno, coincidiendo con el interés de Caltagirone por hacerse con un 7%, también de acuerdo con Joaquín Rivero.
Ese 7%, que entonces estaba en manos del grupo inversionista de Abu Dhabi Investment, era el talón de aquiles del presidente de Bami, porque su apoyo era decisivo para evitar -como luego se ha visto- una oferta hostil. Las acciones del emirato fueron adquiridas hace pocas semanas, y en plena guerra de la OPA italiana, por la caja de ahorro andaluza El Monte, y dos empresarios: Luis Portillo (Expo-An) y Domingo Díaz de Mera (HC).
La última compra significativa en Metrovacesa ha sido la realizada por Sacresa, que habría comprado un paquete equivalente al 2% del accionariado (1,3 millones de acciones) a un precio aproximado de 26,50 euros por acción. Sin embargo, no se sabe cuál sería la postura de la familia Sanahuja, propietaria de Sacresa, ante la OPA italiana.
Otra inmobiliaria, la gallega Fadesa, que actualmente se encuentra en pleno proceso de expansión, quiso ponerse de acuerdo con Franco Gaetano Caltagirone para opar a Vallehermoso, pero tras el cambio de estrategia de los grupos italianos, Manuel Jove planeó ofrecer 28 euros por acción, pero sólo por el 75% del capital social.
La operación le habría costado a la familia inmobiliaria gallega más de 1.375 millones de euros , pero se frustró de nuevo cuando los italianos aumentaron su oferta al 100% de la sociedad. Los avalistas de Fadesa, bancos y cajas que se había ofrecido a financiar la compra, no se atrevieron a llegar a los 1.835 millones de euros que habría costado.