Las torres inclinadas

Gema Fernández

Las bautizadas como Torres Kio, uno de los símbolos de la nueva arquitectura de Madrid surgida en el boom inmobiliario de los ochenta, cambiaron en su momento la fisonomía de la principal arteria de la capital, que va desde la plaza de Atocha a la plaza de Castilla, y también han transformado por completo la vida de dos empresarios madrileños conocidos por su parentesco, son primos; su forma de vestir, pusieron de moda la gabardina; y sus nombres; ambos se llaman Alberto.

Alberto Cortina y Alberto Alcocer, ambos ex de dos hermanas relacionadas con el mundo de la construcción -Esther Koplowitz es la principal accionista de FCC, y su hermana y ex-socia en el negocio, Alicia, acaba de poner en marcha un complejo de negocios en La Moraleja junto al director deportivo del Real Madrid, Jorge Valdano- se enfrentan a tres años y cuatro meses de prisión acusados de estafa y falsedad en documento mercantil en relación al caso Urbanor.
Aunque son muchos los que opinan que se librarán de la cárcel, ambos han tenido que renunciar a los cargos que ocupaban en los consejos de las diferentes sociedades en las que participaban, entre ellas, ACS, Dragados, Banco Santander y Ence. Además, el Banco de España estudia la sentencia del Supremo para dictaminar si los Albertos, con el 40% del capital de Zaragozano, cumplen los requisitos de honorabilidad e idoneidad para mantener sus derechos políticos en el banco
Quizá las torres de Puerta de Europa se inclinaron ante el peso que supone haberse convertido en foco de polémica.