El botellón de la celebración del Estatuto

Nino Olmeda

Todo estaba preparado con antelación, la presidencia del Legislativo montó un dispositivo para que a los más de 300 invitados no les faltase de nada. Por tener, tuvieron hasta un dispositivo sanitario, consistente en dos ambulancias "por si las moscas". También había cámaras y micrófonos por todos lados, para que los ilustres invitados, alcaldes y candidatos autonómicos y municipales, dijesen lo que les viniese en gana.

También, una pantalla gigante de televisión para que disfrutasen del evento aquellas personas que se quedaron fuera del hemiciclo. Une vez terminado el acto, camareros paseando de un lado a otro ofrecían bebidas y comidas mientras que los asistentes al XX aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid hablasen de lo suyo, de lo del otro y de poco más. Los pasillos de la Cámara autonómica parecían el lugar de celebración del botellón del Estatuto. Vasos y copas por todos lados, colillas de cigarros tiradas por el suelo. Afortunadamente, ningún invitado orinó en las paredes, quizá porque había urinarios en las cercanías, con lo que este botellón era un poco diferente del que combaten las fuerzas de seguridad en, por ejemplo, la plaza del Dos de Mayo.
Antes de que diese comienzo el acto, los portavoces parlamentarios informaron a los medios de comunicación de que la comisión de investigación sobre la entrada de una empresa americana en la gestión de la Clínica de la Concepción (pedida por el PSOE para conocer si toda esta operación se hizo a dedo por parte de la Consejería de Sanidad) tiene poco futuro. La primera noticia la dió el portavoz adjunto de IU, Juan Ramón Sanz, que reconoció que "quizá nos hemos equivocado" en apoyar la iniciativa socialista. El diputado del PP, Pedro Muñoz Abrines, se mostró contento por la nueva actitud de la coalición.
Ya en pleno acto conmemorativo, Pedroche abrió la sesión con unas palabras a todos los que han hecho posible el desarrollo del Estatuto. Agradeció su dedicación a los 335 que han ocupado un escaño en esta Asamblea, sobre todo a dos que "han mantenido ininterrumpidamente durante 20 años su condición de diputados regionales". Mientras leía sus nombres una sonrisa golfa y provocadora apareció en su rostro. Pidió "paz y concordia entre las naciones" e hizo un ruego, "que no puede ser otro en estos momentos que vivimos, que para Dios, que es el Señor de la Historia, para que nos bendiga con la paz".