Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La construcción sigue fuerte en EEUU. Esa es la principal deducción que podemos obtener después de que la semana pasada se diesen a conocer algunos datos referentes al sector.
El número de viviendas iniciadas en EEUU creció en enero un 0,2%, alcanzando su nivel más alto desde mediados de 1986.¿Por qué este incremento? La respuesta no es otra que los bajos tipos de interés. Estas tasas de interés reducidas alimentan la demanda de nuevas viviendas al permitir un mayor endeudamiento de las familias.
El Departamento de Comercio también dió a conocer el total de permisos para iniciar la construcción, que disminuyó un 5,6% el mes pasado, debido a la caída en la petición de autorizaciones para construir viviendas multifamiliares. Este dato, que podría parecer malo, se ha visto contrarrestado por el aumento en los permisos de viviendas unifamiliares, de mayor peso que las multifamiliares, que han alcanzado su nivel máximo desde 1978.
Sin embargo, la confianza de los constructores, medida en el Indice del Mercado de la Vivienda de la Asociación Nacional de Constructores de Casas, descendió en febrero a 62 puntos, desde los 64 de enero. Este índice indica que por encima de los 50 puntos las condiciones de venta para los constructores son buenas, y por debajo malas. Así que, de momento, las condiciones no parecen estar muy deterioradas.
Estos datos han venido a unirse a lo comentado por Greenspan hace unos días, cuando analizando la situación del sector comentó que no existe saturación de viviendas, ni burbuja de precios en los EEUU.
Los mercados no reaccionaron a ninguno de los datos, cosa que probablemente habrían hecho de haber sido malos, y continúan con su particular calvario, atrapados en un rango no superior al 5%, que parece imposible de superar, de no ser a la baja.
Con este panorama bursátil, sólo nos queda esperar que los soportes técnicos hagan su función, que los precios atractivos animen a un mayor número de inversores, y que el dinero no salga corriendo en cuanto se escucha la palabra guerra.