El triángulo de la izquierda

Olga Heras

El masivo "no a la guerra" dado por los madrileños ha supuesto un auténtico revulsivo en las expectativas de voto de PSOE e IU, convencidas ambas formaciones de que el imparable Gallardón puede empezar a tener problemas para alzarse con la alcaldía capitalina.

La rémora de Ana Botella pesaría más que nunca en las aspiraciones gallardonianas, dada la identificación de la número tres del PP con la política belicista de José María Aznar, por no hablar de las propias opiniones vertidas por Botella sobre la política social, que en más de una ocasión han obligado al todavía mandatario autonómico a realizar auténticas piruetas dialécticas para compaginar sus posicionamientos con los de su fichaje estrella. Aun así, el buen regate del que ha hecho siempre gala Gallardón (capeó el encuentro con el hermano de Bush convirtiéndose en paladín del indulto de Pablo Ibar, único condenado español en Florida) hace que la aspirante socialista no las tenga todas consigo, pese a que las encuestas de su partido le auguran una estrecha franja de votos, concretamente de cuatro puntos de diferencia, respecto del PP, algo que se subsanaría con el nuevo repunte electoral de Izquierda Unida. Un tablero de ajedrez en el que Los Verdes de Mendiluce continúan intentando jugar, vaticinando desde sus propios escrutinios unos gobiernos de la izquierda en la Comunidad y en la Casa de la Villa, siempre y cuando, se de una alianza entre las tres fuerzas políticas que la representan. En este hipotético triángulo de la izquierda el PSOE dominaría todos los extremos, salvo los propios polos de discrepancia abiertos en esta formación debido a la elaborae="43n de las listas de algunos municipios y la propia Comunidad.