Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Aburrido, ese es el término más utilizado en el mercado de Renta Variable Español a lo largo de la pasada semana bursátil. Aburrido sí, pero ligeramente a la baja también. Y esto empieza a ser preocupante, porque a los mercados parecen acabárseles las excusas para bajar.
Llevamos dos años bajando por el menor crecimiento de Estados Unidos, que posteriormente se contagió al Viejo Continente, por los profit warnings de las empresas, por los atentados terroristas contra la Torres Gemelas de Nueva York, por los casos de corrupción en las compañías americanas Enron y Worldcom, por la crisis de Argentina, por las elecciones celebradas en Brasil, por la incertidumbre de la guerra en Afganistán, y ahora por la certeza del inicio de una guerra con Irak.
La impresión que produce esta situación, es que a los mercados les sucede desde hace tiempo algo que ahora se ha puesto de moda en referencia a las pruebas contra Irak, se ha invertido la carga de la prueba.
A los mercados no les basta para subir que no aparezcan malas noticias, como ocurría no hace muchos años, sino que necesitan recibir buenas noticias casi a diario para mantener alto el ánimo, y por ende, las cotizaciones.
Teniendo en cuenta que las posibilidades de aparición de buenas noticias parecen muy limitadas, es previsible que esta situación de calma tensa se mantenga hasta la resolución definitiva del conflicto con Irak. Y esta calma tensa es, desde nuestro punto de vista, un abono perfecto para que las cotizaciones bursátiles se mantengan con un claro sesgo bajista hasta su finalización.
Por otro lado, los sectores que mejor deberían funcionar en estos momentos son el energético, con el precio del petróleo rondando los 32 dólares, y el de construcción, por su alta rentabilidad por dividendo, pero lo cierto es que las cotizaciones en el sector de la construcción parecen estar más atentas a las posibles operaciones corporativas que a otra cosa.
Con este panorama, el Ibex 35 español ha perforado a la baja la barrera de los 6.000 puntos, situándose en los 5.850 puntos, lo que supone una pérdida del 2,53%.
El índice europeo Eurostoxx-50, por su parte, ha sufrido un recorte del 1,5%, mientras que el indicativo bursátil de Estados Unidos, el Dow Jones, ha bajado un 1,8%.
El Indice Sectorial de Construcción de la Bolsa de Madrid, ha sufrido una caída del 0,83%, en los últimos días, situándose en los 1.077 puntos, aunque hay que decir que se trata de una cifra bastante mejor que las registradas por el resto de mercados de renta variable
La compañía constructora que mejor se ha comportado durante esta última semana ha sido la presidida por Juan Miguel Villar Mir, OHL (Obrascón Huarte Lain), que ha pasado de los 4,21 euros a los 4,32 euros por acción, lo que supone una revalorización del 2,14%, mientras que el resto de las empresas del sector del ladrillo se ha mantenido prácticamente sin variaciones con respecto a los precios registrados a lo largo de la semana anterior.
Para la próxima semana los analistas esperamos más de lo mismo, con mercados bursátiles marcados por la apatía generalizada, esperando noticias a las que aferrarse y con inversores nerviosos cancelando sus posiciones a la primera de cambio, o buscando buenas rentabilidades por dividendo, así como precios atractivos.