Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Madrid va ha contar con cuatro nuevas autopistas de peaje de acceso a la ciudad que se pondrán en servicio entre septiembre de 2003 y noviembre de 2004, con más de año y medio de retraso respecto a lo previsto inicialmente, y con una inversión total de 1.825,62 millones de euros. Como consecuencia de este proyecto, se pondrá en funcionamiento la M-50, tercera circunvalación de la capital, que las concesionarias de las radiales explotarán gratuitamente, rentabilizando su inversión con el peaje por el uso de las autopistas.
Las previsiones del Ministerio de Fomento aseguran que la primera de estas cuatro vías radiales de alta capacidad que se inaugurará será la R-II Madrid-Guadalajara, que estará en funcionamiento el próximo mes de septiembre, justo un año después del plazo anunciado originalmente para su apertura.
Fomento adjudicó en noviembre de 2000 a la sociedad Autopista del Henares, integrada por Dragados, Acciona, Aumar, Avasa y Caja Madrid, el contrato de construcción y posterior explotación en régimen de concesión de esta vía por un periodo de 24 años y un presupuesto de 411,11 millones de euros.
La siguiente previsión de Fomento contempla la apertura al tráfico de las radiales R-III, que cubrirá el trayecto Madrid-Arganda, y la R-V, que recorrerá el tramo Madrid -Navalcarnero, y del correspondiente tramo de la circunvalación M-50, todo ello entre los meses de octubre y diciembre del presente año, con dos años de retraso con respecto al plazo fijado en diciembre de 2001 en el momento de la adjudicación de la obra.
El contrato de concesión de la R-III y la R-V está realizado por fomento con la empresa Accesos de Madrid, consorcio formado por FCC, ACS, OHL, Sacyr, Acesa, la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) y Caja Madrid. Estas obras supondrán una inversión conjunta de 816,07 millones de euros.
Por último, los conductores tendrán que esperar hasta noviembre de 2004 para poder contar con la nueva autopista R-IV que recorrerá el itinerario comprendido entre Madrid y Ocaña, localidad de Toledo, con una demora en su inauguración también de dos años tomando como referencia octubre de 2002, fecha anunciada inicialmente por Fomento como prevista para su apertura.
El consorcio Autopista Madrid Sur, unión de las empresas Ferrovial, Europistas, ENA, Caja Castilla-La Mancha y Unicaja, se hizo con este contrato, con el que el Ejecutivo cerró la primera fase del plan de autopistas del Gobierno, en diciembre de 2000, por un importe de 598 millones de euros.
Los retrasos en la construcción de estas nuevas vías de acceso se han originado por la aparición de restos arqueológicos y otros problemas medioambientales y urbanísticos en los municipios que atravesarán las vías.