Nino Olmeda
Está de moda calcar los modos de Aznar, incluso en el PSOE. Algunos socialistas temen que "dentro de poco tiempo todos seamos Rodríguez Zapatero"
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Nino Olmeda
La actividad de la Asamblea de Madrid comenzará en los primeros días de febrero. Sirvió de comentario, en estos días, el acto en que la esposa del presidente Aznar, Ana Botella, dio el "sí quiero" al presidente de la Comunidad de Madrid y aspirante a la alcaldía capitalina, Alberto Ruiz-Gallardón, que ese día no dijo esta boca es mía mientras veía cómo Pío García Escudero y Esperanza Aguirre se mostraban encantados de tener una futura concejala de "tanto linaje". El candidato popular a ocupar el sillón que dejará libre José María Alvarez del Manzano ofreció, fechas después, su particular homenaje al marido de Botella, en el que vino a decir que, sin su apoyo, no hubiera sido posible colocar la Comunidad de Madrid en el lugar que está.
Atrás quedan los tiempos en los que Gallardón aparecía como el chico rebelde que se rodea de los mejores y que persigue avances sociales sin tener en cuenta si estaban en línea o no con los postulados que defendía el PP de Aznar. Las cosas y los tiempos han cambiado, a mejor para los proyectos de Gallardón, a juicio de los populares, y ahora "todos somos lo mismo porque estamos en el mismo barco, que capitanea el astuto y valiente hombre del bigote".
Todo está impregnado de las esencias del gran timonel, que es el que inspira casi todo lo que hacen los gestores del PP, o lo que es lo mismo, "todos somos Aznar". Algo similar se decía de Kim II Sung, padre del actual presidente de Corea del Norte, Kim Jong II. Se comentaba en los años 80 de ese líder coreano que él inspiraba las poesías de los poetas, las obras de los arquitectos y las ganas de los deportistas.
Mientras tanto, Esperanza Aguirre aclaraba, en el acto de elección de los candidatos populares a las alcaldías del oeste de la región, en Majadahonda, que daría, durante la campaña electoral, bastante caña a los socialistas por su consentimiento con la IU que coquetea con el PNV y no se pliega a las medidas restrictivas del Gobierno central en materia de justicia. En el mismo centro cultural majariego, el alcalde de Pozuelo de Alarcón, tras oir lo que le quiere su partido, dio marcha atrás en su anunciada dimisión, allá por Navidad, como diputado regional. "Me han convencido", dijo José Martín Crespo.
El candidato socialista, Rafael Simancas, se fue a Andalucía a ver a Chaves y aprovechó la ocasión para arremeter contra el PP por las malas transferecias sanitarias conseguidas para Madrid.