Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Las instalaciones de Virgen del Camino se adaptarán al futuro de la mano de Acciona y la empresa local Firmes y Caminos, que adaptarán la pista del aeropuerto a las necesidades comerciales. Las adjudicatarias prolongarán la pista en 900 metros y dotarán de elementos de seguridad el nuevo tramo.
El aeropuerto de León está quemando etapas rápidamente. Un año después de que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero inaugurase la ampliación de su pista hasta los 2.100 metros, Aena acaba de adjudicar un nuevo concurso para incrementar de nuevo la longitud de la pista hasta los tres mil metros.
El gestor de los aeropuertos ha elegido la propuesta de la UTE de Acciona y la constructora Firmes y Caminos para llevar a cabo este proyecto, que pretende incrementar la actividad de las instalaciones ubicadas en Virgen del Camino.
Las obras de prolongación de la pista tendrán un plazo de ejecución de once meses y un presupuesto cercano a los 29 millones de euros. Además de incrementar la longitud de la pista, el contrato redactado por Aena incluye la prolongación de la zona pavimentada, la reposición de áreas asociadas como la franja de seguridad, la zona de protección contra el chorro de aeronaves y el área de seguridad de extremo de pista.
Asimismo, el órgano que preside Manuel Azuaga ha incluido en el contrato la adaptación de las calles de rodaje actuales a las normativas vigentes y la construcción de una raqueta de giro de 180 grados para invertir el sentido de las aeronaves. Las obras incluirán, asimismo, todas las actuaciones necesarias como drenaje, balizamiento o señalización y la adecuación de los sistemas de aproximación.
El proyecto recién licitado persigue afianzar el incremento de la actividad de Virgen del Camino, que el año pasado atendió a cerca de 80.000 pasajeros, un 22% más que el año anterior.
Gran parte de este incremento tiene que ver con la política de Aena, que amplió el horario de funcionamiento de las instalaciones y adaptó los equipamientos para dar servicio a aviones de más de cien plazas, frente a las aeronaves de turbohélices, que eran las únicas que podían operar en él hasta 2005.