FIRMAS

La Conspiración

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
A sido Joan Mesquida, el superdirector de la Policía y la Guardia Civil, quien ha verbalizado desde el poder lo que era una opinión generalizada en el Gobierno, en el PSOE y en una parte importante de los medios de comunicación, además de en media España: se ha puesto en marcha una conspiración contra Zapatero desde un periódico y una radio, apoyada por una parte del primer partido de la oposición, muy similar a la que protagonizó el llamado “sindicato del crimen” entre los años 93 y 96 contra Felipe González. Es más, algunos de sus líderes son los mismos.
Si en aquellos años el tema fue el GAL y la participación de miembros del Gobierno en su creación y en sus actuaciones, ahora es el 11-M y la implicación o no de ETA en el atentado, ayudando y manipulando a los islamistas que aparecen como los autores directos. Incluso se lanza la idea de que los mismos que orquestaron el GAL, pudieron diseñar los ataques a los trenes madrileños.
Falta la participación activa del poder judicial, pero en ello se está por parte de los supuestos “conspiradores”, que eso sí, se han dotado de una abundante munición informativa producto en muchos casos de algo que ya apareció a mediados de los años 90 y vuelve a aparecer ahora: las chapuzas policiales y las guerras internas entre izquierdistas y derechistas dentro de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Contra González, sus ministros y el montaje del GAL se sumaron más pronto o más tarde todos los medios de comunicación, con El Mundo como ariete. Ahora la gran mayoría de esos mismos medios se han puesto en contra de la teoría de la participación directa o indirecta de ETA en el 11-M y de su utilización como medio de desgaste contra el Gobierno. En aquellos ya lejanos días la oposición la dirigía Aznar con mano dura y sin fisuras. Hoy la dirige Rajoy, pero la ofensiva la encabeza Zaplana, con muchas dudas entre las propias filas populares.
Si miramos las actitudes y posiciones de los protagonistas de la "guerra mediática" a la que asistimos en Madrid, veremos que nada más regresar a la dirección de ABC, a mediados de diciembre del 2005, José Antonio Zarzalejos, comprobó que uno de sus más encarnizados adversarios iba a ser el líder ideológico e informativo de la COPE, Federico Jiménez Losantos, a quien había “echado” del periódico en su primera etapa como director pese al apoyo que Losantos había recibido del por entonces presidente de Prensa Española, Nemesio Fernández Cuesta. Los otros dos, por su pasado y por el futuro de sus medios, serían Pedro J. y Luís María Ansón, quienes no tardarían mucho en sumar fuerzas en El Mundo.
El 14 de septiembre de este año se produce un cambio de estrategias en los medios de comunicación españoles. Si hasta ese momento, las informaciones y opiniones vertidas desde El Mundo y desde la COPE sobre el 11-M y la posterior investigación del brutal atentado habían sido “ignoradas” o “despreciadas” desde el resto de la prensa, ese día tanto desde El País como desde ABC se pasa a la ofensiva. La entrevista al exconfidente Trashorras que publica el diario de Unedisa es el detonante. Saltan todas las alarmas en el Gobierno y se decide apoyar la respuesta. Y mientras, el director del diario de Prisa, Javier Moreno, deja que sean sus reporteros, columnistas y editorialistas los que asuman el combate, el director del centenario diario liberal, conservador y monárquico es quien asume de forma muy personal esa batalla.
Empleando un símil futbolístico: Pedro J. sería el encargado de construir y distribuir el juego, las informaciones salidas desde el Ministerio del Interior, a través de dos interiores tan eficaces como Casimiro García Abadillo y Fernando Múgica, mientras que en el área, los remates “con todo” correrían a cargo de Losantos. Eso a un lado, al otro, Zarzalejos sería el gran jugador–orquesta, dispuesto a moverse en el centro del campo y a “disparar a puerta”, bien acompañado desde El País por Ernesto Ekaizer y José Manuel Romero.
Los primeros se ufanan de defender una verdad sobre el 11-M que estaría oculta, y que uniría a los islamistas con ETA. Para ello se apoyan en un auténtico silogismo filosófico, por más “chapuzas” policiales que aparezcan, ya que es sumamente inverosímil que, tras ocho años en el Gobierno y cuatro de mayoría absoluta, se conjuraran para “echar al PP” algunos responsables de la Policía, algunos responsables de la Guardia Civil, algunos responsables de los Servicios Secretos españoles y de otros países, una parte de los GAL, una parte de ETA, y todos ellos colocando a unos islamistas de tres al cuarto como chivos expiatorios, a los cuales se les “suicidaría” en Leganés.
El director de ABC no tiene ninguna duda del pacto existente entre Losantos, Pedro J. y Zaplana. Un pacto en el que no estarían ni Rajoy (que prefiere esperar), ni Acebes (que es un hombre honesto que ha cometido muchos errores), ni la gran mayoría de los dirigentes del PP, y sólo explicable por la agresividad del portavoz parlamentario de los populares, y la pasividad y sumisión del resto hasta que pase el chaparrón, sin que sepa o se atreva a pronunciarse sobre el posible papel del ex presidente Aznar. Un pacto que buscaría el control del PP a través de Zaplana y la destrucción del espacio social y político de ABC.

PS.- La reforma de la Constitución vuelve a estar sobre la mesa. El nacimiento en mayo del 2007 del segundo hijo de los Príncipes de Asturias, si es niño y no se ha cambiado la referencia sobre la preeminencia del varón sobre la mujer, hará que Leonor, la primogénita, sea postergada y creará un nuevo problema a nuestra Monarquía. Uno más.


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