Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Este título podría dar a entender que las gasolineras ofrecen precios sin competencia. En un cierto sentido, es así; los precios no tienen apenas competencia, porque el mercado de gasolineras, en teoría libre, actúa bajo la presión de las grandes empresas del sector: Repsol, sobre todo, Cepsa y BP que, si no monopolizan el mercado, controlan los precios de tal forma que dejan muy poco margen a una auténtica competencia.
La hasta ahora imparable subida de los precios del crudo perjudica claramente a los consumidores, y es un factor de importancia en el encarecimiento del coste de la vida. El Estado, a través de los impuestos, las petroleras, que al vender más caro obtienen mejores ingresos, y las gasolineras, que a igual porcentaje de comisión ingresan más sin vender más son, en teoría los grandes beneficiados. Y digo en teoría, porque las gasolineras no están conformes con el actual sistema, y hasta tienen convocado un cierre patronal de 23 horas el próximo 18 de mayo, en protesta por la situación del sector.
Esta protesta se debe a que la mayoría de las gasolineras están atadas por contratos de larga duración con las grandes petroleras, a precios fijados y sin apenas margen para competir, mientras que, si el sector se liberalizase, ocurriría lo que se está produciendo en las gasolineras independientes, que ofrecen mejores precios a los consumidores, y no por ello dejan de obtener beneficios. Otro de los motivos para la protesta es la reciente prohibición de vender tabaco en las estaciones de servicio, lo que representa una importante merma en sus ingresos.
Mientras tanto, los usuarios pagamos cada vez más por llenar los depósitos de nuestros coches, y exigimos una mayor competencia que nos permita acceder, sin tener que recorrer muchos kilómetros, a las gasolineras que ofrecen mejores precios. La oferta más barata en gasolina está en un hipermercado de Golmayo, en la provincia de Soria. A los madrileños nos cae un poco lejos, y quisiéramos tener muchos Golmayos en nuestra región. Y, por supuesto, que los precios de la gasolina dejen de subir.