Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Una semana ha sido suficiente para darnos cuenta de que la nueva terminal del Aeropuerto de Barajas va a dejar huella, tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Una vez que se han disipado, al menos en una gran parte, los problemas iniciales fruto del traslado de las operaciones de una a otra terminal y de una cierta imprevisión por parte de la entidad aeroportuaria Aena, el poso que queda en aquellos viajeros que ya hemos tenido ocasión de utilizar las nuevas instalaciones es que estamos ante una obra espectacular, tanto por sus dimensiones como por su distribución.
Al entrar ya se percibe la espectacularidad de la construcción, que puede disfrutarse en el recorrido hacia los mostradores de facturaación, y más aún cuando se accede a las salas de embarque. Algunos han dicho que son muy largas las distancias que hay que recorrer para acceder al avión pero no se puede pedir todo.
La conjunción de arquitectura e ingeniería civil, planificada por el Estudio Lamela y el del arquitecto Richard Rogers junto al resto de colaboradores, se va a convertir en una edificación de referencia que, sin ninguna duda, será visitada por sus colegas de todo el mundo, además de ciudadanos ávidos de obras arquitectónicas espectaculares.
Pero la Terminal 4 no será la única obra singular y de referencia internacional que aterrizará en Madrid. No muy lejos de la nueva terminal del Aeropuerto de Barajas, se encuentra en plena fase de desarrollo el Campus de la Justicia, ejecutado por la Comunidad de Madrid en Valdebebas. Este complejo se convertirá en la mayor concentración de edificios judiciales de Europa, y englobará a catorce inmuebles con un diseño circular vanguardista firmado por los arquitectos Frechilla y López-Peláez. Estos edificios se verán completados con equipamientos de transporte que darán servicio a todo el complejo e importantes superficies de zonas verdes. Sin duda, Madrid está a la vanguardia en obras arquitectónicas de gran calado internacional.
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