FIRMAS

Fumadores y poblemas

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Sólo faltan unas horas para que entren en vigor las nuevas normas que prohiben fumar en lugares públicos y centros de trabajo. Ahora está por ver si pueden cumplirse y, sobre todo, si van a cumplirse. Ya hace muchos siglos, en la antigua Grecia, Solón decía que había dado a los atenienses las leyes más duras que podían soportar.

La ley antitabaco es soportable, pero va a plantear indudables problemas en su aplicación práctica.

En lo que respecta a los lugares de trabajo, el fumador va a tener que salir fuera del edificio para encender un pitillo, en cuyo consumo se emplean unos cuantos minutos. Hay tareas en lo que esto es factible, aunque las salidas sean forzosamente limitadas. Pero en los trabajos cara al público, no se puede dejar a un cliente con la palabra en la boca para salir a fumar.

En cuanto a los establecimientos comerciales, los restaurantes, cafeterías y bares van a ser los más afectados. En los locales de menos de cien metros cuadrados, la decisión de si se fuma o no en el establecimiento corresponde a los propietarios. Pero en los de mayor superficie, la habilitación de espacios para fumadores requiere una inversión que no todos los establecimientos están en disposición de llevar a cabo. La situación se complica si tenemos en cuenta los permisos administrativos para realizar las obras, y los plazos de ejecución, que sobrepasan en mucho los fijados en principio por la Administración.

En la práctica, mucho nos tememos que llamar la atención del que fuma indebidamente puede representar un semillero de conflictos entre empleados y clientes. Los no fumadores que protesten ¿a quien dirigirán sus quejas? ¿Hay inspectores suficientes para velar por el cumplimiento de la ley? En barrios extremos y en localidades pequeñas, donde todo el mundo se conoce, los propietarios tendrán miedo a enfrentarse con sus clientes, y los no fumadores a denunciar.

En suma, la entrada en vigor de esta norma va a plantear, sobre todo al principio, indudables problemas, aunque las medidas sean convenientes para la salud de todos.