El edificio más alto del mundo cuenta con un sistema automático de recogida y gestión de residuos.
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El edificio más alto del mundo, con más de medio kilómetro de altura, está situado en pleno corazón de la capital de Taiwán. En La torre Taipei 101 trabajarán diez mil personas y para cumplir los requisitos medioambientales relativos a la gestión de residuos, ha recurrido a un vanguardista sistema diseñado por la empresa Envac.
El rascacielos cuenta con 101 pisos y cinco sótanos, mide un total de 508 metros, superando en altura al Empire State de Nueva York y las torres Petronas de Kuala Lumpur. Cuenta con 77 pisos de oficinas, tres de restaurantes y un par equipados con gimnasios y locales dedicados a la salud y el bienestar.
El proyecto ha supuesto un coste aproximado de 9 millones de euros, que han sido financiados por la ciudad de Taipei y catorce entidades particulares, entre las que figuraban varios bancos chinos y compañías de seguros. La gestión del complejo, que cuenta con un centro comercial con 161 tiendas y 12 restaurantes, operativo desde finales de 2004, ha sido asumida por la corporación Taipei Financial Center Corp (TFCC), durante un periódo de concesión de setenta años.
El rascacielos es una mezcla de tecnología moderna y cultura tradicional china. Los profesionales del despacho de arquitectos responsable del proyecto, C.Y. Lee & Partners, se ha inspirado en el reino vegetal, sin olvidar las tradiciones. La forma de la torre se asemeja a un brote de bambú que, según la creencia china, simboliza la juventud y una larga vida. Su flexibilidad y elasticidad hacen que el edificio se mueva con el viento, y los ingenieros que lo han construido se han asegurado de que resista la virulencia de los terremotos y tifones que a menudo azotan Taiwán, gracias a una sólida estructura de 44 pilares, ocho de los cuales constituyen el marco principal, sobre el que se asienta la base del edificio.
En la construcción de la torre han participado varias empresas internacionales, entre ellas Envac, que se ha encargado de suministrar e instalar un sistema exclusivo de recogida de residuos tanto para el centro comercial como para el edificio de oficinas. En total hay seis toneladas de residuos que recoger y transportar, a través de las tuberías de cada sección del edificio hasta los contenedores situados en el sótano, que son vaciados a diario. El inmueble está equipado además con cuatro equipos trituradores.
El objetivo de conseguir un centro urbano más limpio ha obligado a establecer unos rigurosos requisitos en el sistema de recogida de residuos, que ha contado con la dificultad añadida de ser capaz de ser resistente a los terremotos, ya que se trata de una región afectada por una gran actividad sísmica. Estas peculiaridades han llevado a Envac a diseñar este sistema de manera espefícica para la torre Taipei 101, sometiéndolo a pruebas y cálculos de durabilidad y resistencia. Tras estos análisis se ha llegado a la conclusión de que lo más conveniente era dividir la caída de residuos en cuatro secciones e incluir una compuerta, a prueba de incendios, en cada planta de oficinas.