Josep Ferrer | Lunes 20 de octubre de 2014
Parte de las colonias industriales del río Llobregat que fueron el motor de la industrialización catalana del siglo XIX serán conservadas y rehabilitadas para que funcionen como barrios, según el plan urbanístico que elaborará la Generalitat. En él se incluyen 14 colonias de las comarcas del Berguedá y el Bages.
Con la decisión de impulsar este plan director, que comprende una franja del río Llobregat de 29 kilómetros de largo por dos de ancho, se quiere reconocer el trabajo realizado por los municipios del Berguedá y el Bages y la Diputación de Barcelona en el parque fluvial de las colonias del Llobregat, que lleva unos años reivindicando los valores culturales y ambientales de estos recintos singulares. De hecho, el ámbito será el mismo: desde el pantano de la Baells hasta la acequia de Manresa, cogiendo parte de los términos municipales de Berga, Olvan, Aviá, Casserres, Gironella, Puig-reig, Gaiá, Navás y Balsareny. En este área viven 20.000 personas, 2.000 de las cuales residen en las antiguas colonias.
Una historia de privilegios.- Un privilegio real dictado hace 150 años originó la instalación de grandes fábricas en los márgenes de los ríos Ter y Llobregat, de los cuales tomaban inicialmente la energía para mover los telares. Siguiendo un modelo paternalista de organización laboral, alrededor se construían las viviendas de los trabajadores, la casa del director, la escuela, la iglesia y los comercios básicos. Todo bajo el control del propietario. La evolución económica de la segunda mitad del siglo XX forzó el cierre de las fábricas, pero no las hizo desaparecer, ni tampoco lo hicieron los núcleos habitados.
Ahora, según el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, estos recintos son parte de un “paisaje cultural que merecen ser conservados”, tanto por su componente de “arqueología industrial”, como por el hecho de constituir un “sistema urbano singular”, vertebrado por el río y la antigua carretera C-1411, reconvertida en vía local.
En consecuencia, se elaborará un plan que pondrá el acento en la rehabilitación de viviendas para consolidar las colonias como barrios, sin perder de vista el filón turístico. La decisión de impulsar este plan ha sido avalada por la Comisión de Urbanismo de Cataluña, que también ha aprobado elaborar dos planes directores más para los sistemas urbanos de Girona y Figueres.
Se trata de planes que ordenarán el crecimiento de estas áreas urbanas, potenciarán las relaciones entre los municipios y contribuirán a organizar las respectivas redes de infraestructuras y servicios. El área de Girona se considera integrada por 12 municipios donde viven 120.000 habitantes. La de Figueres estará formada por 16 municipios y 50.000 habitantes.
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