Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Turning Torso, la primera torre residencial en forma de torso humano, proyectada en Malmoe por Santiago Calatrava, afronta la fase final. En noviembre, y durante un plazo estimado de 70 días, comenzarán a mudarse los inquilinos de las 147 viviendas de esta lujosa torre que empezó a construirse en 2001 y que mide 190 metros.
Será el remate a un proceso de construcción que arrancó en junio de 2001, pero cuyo origen se remonta a 1999, cuando el entonces director general de la cooperativa HSB –promotora de la obra–, Johnny Oerback, quedó fascinado al ver en un catálogo una escultura de Calatrava de un torso humano.
Realizados los contactos con el artista, Twisting Torso se transformó en Turning Torso , un coloso de 190 metros de alto cuya estructura hace un giro de 90 grados desde la base a la planta más alta y que crea un efecto estético rompedor en la costa de Malmoe, tercera ciudad de Suecia con casi 270.000 habitantes.
A 15 minutos a pie del centro, en el puerto oeste de la ciudad y unido a Copenhague y al continente por el puente del Oeresund, Turning Torso se yergue imponente sobre el estrecho del Sund, en el sur de Suecia.
Y se exhibe como un ejemplo acabado de “arquitectura viva”, resultado del concienzudo estudio que del movimiento de seres vivos hace el autor del centro de transportes del World Trade Center o el estadio olímpico de Atenas, y que estará en Malmoe a fines de agosto para participar en una semana de exhibición de la torre.
Acero, vidrio y hormigón
Construido en acero, vidrio y hormigón armado, el edificio se compone de 9 cubos que constan de 5 plantas de cerca de 400 metros cuadrados y conforman un área casi cuadrada en torno a su centro y una sección triangular, reforzada por un apoyo de acero exterior.
La complicada estructura del edificio –asentado sobre una base de cemento que se hunde 30 metros bajo tierra– obliga a que la fachada esté doblemente torcida y que, para seguir su giro, las cerca de 2.250 ventanas de su fachada estén curvadas hacia adentro o hacia afuera, según la cara del edificio en la que estén.
Según las simulaciones realizadas en laboratorio, en el caso extremo de una tormenta con viento de 44 metros por segundo, el edificio sólo se movería aproximadamente 30 centímetros.
Sus 54 plantas se dividen en las destinadas a uso comercial, en los dos primeros cubos y un área de 4.200 metros cuadrados; y las viviendas, en los otros siete, que ocupan 15.000. HSB, la mayor cooperativa de Suecia, con 550.000 socios, no ha escatimado lujos en la construcción de un edificio cuyo coste inicial se ha disparado de los 800 millones de coronas suecas (86,7 millones de euros) a los 1.500 (162,6 millones de euros), según revela Pia Sandin, jefa de comunicación de “Turning Torso”.
Entre los servicios con los que contará cada inquilino –no se contempla la posibilidad de apartamentos en régimen de propiedad– figuran un gimnasio, dos saunas, 3 habitaciones para invitados, dos salas para fiestas, otra multiusos, oficinas de trabajo o una bodega en el sótano en la que podrá almacenar unas 50 botellas.
De acuerdo con el tamaño de los 33 modelos distintos de apartamentos, de 45 a 190 metros cuadrados, el alquiler, gastos incluidos, puede oscilar desde las 7.000 (758,6 euros) a las 26.000 coronas (2.817,6 euros), relata Sandin, que destaca que la mayoría de los inquilinos son parejas u hombres solteros.
El interior de cada apartamento, decorado por la firma local Samark Arkitektur & Design, responde al austero modelo nórdico, con formas sencillas.
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