INMOBILIARIO

Prames rehabilita una ciudad medieval para convertirla en centro turístico

Supondrá un desembolso superior a los dos millones

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Proyectos y Realizaciones Aragonesas de Montaña, Escalada y Senderismo (Prames), una empresa especializada en la reconstrucción de entornos históricos y vías rurales, rehabilitará la ciudad medieval de Montañana, en la frontera pirenaica entre Aragón y Cataluña, para transformarla posteriormente en un centro turístico.

La iniciativa de la empresa, que supondrá un desembolso superior a los dos millones de euros, se inscribe en la filosofía de esta pyme zaragozana, especializada en la difusión, reconstrucción y puesta en valor de zonas y monumentos .

Modesto Pascau, fundador y gerente de la empresa, subraya que 'el núcleo medieval que estamos rehabilitando supone todo un referente de la arquitectura, urbanismo y formas de vida de la época. Esta singularidad constituye el punto fuerte y el elemento diferenciador del poblado para convertirse en un foco turístico de primera magnitud'.

Prames fue creada en 1989 en Zaragoza promovida por un grupo de montañeros que trabajaban en el sector de la construcción, con el objetivo de cubrir el déficit de refugios existente en el Pirineo. La empresa logró reunir en su accionariado a 174 aficionados al alpinismo, las Federaciones de Montañismo y de Deportes de Montaña y Escalada, quince clubes aragoneses de montaña, además de los apoyos del Gobierno de Aragón, Diputación de Huesca y el Ayuntamiento de Zaragoza, que se concretó en una participación global del 40%.

Pascau asegura que 'el objetivo principal de la empresa ha sido siempre el de mejorar las infraestructuras de un medio económicamente deprimido, a través del aprovechamiento de unos recursos naturales claramente infrautilizados. Por ello, los beneficios son automáticamente reinvertidos en afrontar nuevos proyectos'.

Bajo la gerencia de Pascau, la empresa ha experimentado un espectacular crecimiento, que le ha llevado a contar con cerca de 100 empleados y a facturar 5,8 millones de euros en 2004. Sin embargo, lo más importante, según el responsable de Prames, reside 'en la puesta en valor de territorios económicamente deprimidos cuyos habitantes parecían irremisiblemente abocados a la emigración'.
 
La empresa zaragozana ha intentado transformar los recursos naturales del Pirineo en una fuente de riqueza capaz de asegurar el mantenimiento de la población habitante en el medio. Para ello ha acondicionado y señalizado más de 8.000 kilómetros de senderos en el Pirineo, que enlazan paisajes, monumentos artísticos, edificios singulares o enclaves donde se mantienen cultivos o costumbres tradicionales, que suscitan el asombro de los turistas urbanos.

Pascau señala que se trata de un turismo basado en el más riguroso respeto al medio ambiente, y cuyas rutas pueden ser cubiertas en medios de locomoción diversos, a caballo, en bicicletas de montaña o, simplemente, recuperando el antiguo placer del caminar mientras se piensa y se contempla el entorno'. Para resaltar los encantos de cada zona, Prames ha construido también numerosos centros de interpretación, para cuya ubicación suelen utilizarse edificios singulares integrados en el paisaje, como antiguas centrales hidroeléctricas, hornos, criptas o molinos. 'En estos recintos', subraya Pascau, 'tratamos de condensar lo más destacado de cada zona, para animar al público a visitarla'.