Cumbre arquitectónica/Gema Fernández
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Un homenaje a la libertad y a la fusión de pueblos y culturas”; “un gran espejo de lo que Madrid quiere ser”; “un símbolo de la libertad creativa”; “un museo que es un hotel y un hotel que es un museo”… Estas son algunas de las frases con las que se definió al hotel Puerta de América en su presentación, a la que acudieron 17 de los 18 equipos de arquitectos y diseñadores de élite que han participado en este proyecto ideado por el grupo vasco Silken.
La última premio Pritzker, la iraquí Zaha Hadid, que trabaja activamente en el desarrollo del nuevo Bilbao; el francés Jean Nouvel, autor de la ampliación del museo Reina Sofía de Madrid; el japonés Arata Isozaki, que también tiene proyectos en marcha en Cataluña y en Bilbao; los británicos Norman Foster (torre Repsol en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid) y David Chipperfield (Ciudad Judicial de Barcelona); el estadounidense Richard Gluckman (museo Picasso de Málaga), los españoles Victorio y Luchino y Javier Mariscal son algunas de las ‘estrellas’ que han puesto su imaginación al servicio de un proyecto que supone una inversión cercana a los 75 millones de euros.
El arquitecto Felipe Sáez de Gordoa (SGA Estudio), que ha colaborado en varias ocasiones con Hoteles Silken, ha sido el encargado de proyectar la estructura y la distribución de las doce plantas, dando luz a un edificio que, según el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, “refleja lo que Madrid es y lo que quiere ser” y que convierte a la ciudad en “la capital de la arquitectura mundial” y en “expresión de la vanguardia”, pero sin guardar una uniformidad, “porque en Madrid no somos una ciudad uniforme y sí una mezcla de culturas, ideas y religiones”, ha dicho el primer edil.
El principal objetivo del nuevo establecimiento, un cinco estrellas de gran lujo que se inaugurará el próximo mes de mayo, es “acercar la arquitectura a los clientes”, como explica Pablo Couto, director general de la compañía hostelera. Y qué mejor manera de hacerlo que rodeando a los usuarios del hotel de la esencia creadora de estos ‘genios’ modernos en cada rincón del edificio; desde el garaje a la terraza, con mirador y piscina, pasando por el bar, el restaurante, los jardines que lo rodean, la fachada y, por supuesto, las habitaciones.
Así, en el garaje, Teresa Sapey ha jugado con la luz y los colores, creando una atmósfera diferente a la que habitualmente presentan esos lugares sórdidos y grises que son a veces los parkings. Jonathan Bell ha aplicado el concepto de bosque al paisajismo de la urbanización, y Jean Nouvel ha llenado de poesía -con textos del poema ‘Libertad’, de Paul Eluard- y color la fachada del edificio.
La cultura española estará presente en el restaurante diseñado por Christian Liaigre, en la planta diseñada por Foster, que se ha inspirado en Chillida, y en la de Nouvel, que ha optado por ‘La maja desnuda’ de Goya.
En total, serán 342 habitaciones -30 por planta, salvo en la última, donde habrá 12 suites- y 644 plazas de aparcamiento, con una superficie global superior a 34.000 metros cuadrados, 16.000 bajo rasante y 18.000 sobre la cota cero. Todo ello en un inmueble cuya estructura ha levantado la constructora Ferrovial en el número 41 de la avenida de América, en el comienzo de la autopista de Barajas, y muy cerca de otra emblemática construcción, las Torres Blancas de Sáenz de Oíza.