FIRMAS

¿Llegan las rebajas?

Gema Fernández

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Los carteles de ‘Rebajas’ lucen ‘palmito’ desde hace unos días en los escaparates de los comercios de todas las ciudades españolas. De norte a sur, de este a oeste, en la península y en los archipiélagos, se anuncian ya descuentos desde el 10% al 50%, en el mejor de los casos. Pero estas ‘fechas tan señaladas’ (hay calendarios que marcan el día 7 de enero en rojo, como si de una fiesta se tratara, anunciando el inicio de esta extendida práctica comercial) parecen afectar tan sólo a moda y complementos, aunque hay que señalar que al campo de las nuevas tecnologías, y el del mobiliario del hogar han abierto ya sus puertas al frenesí consumidor de esta temporada.

No ocurre lo mismo con los automóviles y los pisos. Los primeros por ser considerados “un artículo de lujo”, y los segundos porque, a pesar de ser un artículo de primera necesidad y cuyo acceso es un derecho reconocido en la Constitución, ya se han convertido en inalcanzables para la gran mayoría, debido a los altos precios que han alcanzado. En definitiva, comprarse una vivienda ya se supone todo un lujo.
¿Se imaginan qué ocurriría si las rebajas también llegasen al sector inmobiliario residencial? Las ‘colas’ a las puertas de las casetas de venta serían interminables. Habría quien se llevaría el termo, los bocatas, las sillas plegables y los sacos de dormir para hacer guardia durante varias jornadas ante la puerta que acercaría sus sueños a la realidad. Imágenes similares se dan cuando se sortean viviendas protegidas o se abre el plazo de solicitud de subvenciones públicas, incluso sólo para pedir información. ¡Vaya estampa!
No, no creo que ésta sea la solución al grave problema de acceso a la vivienda que sufre una parte importante de la sociedad española, principalmente la más joven. Un problema que está cambiando los hábitos de vida familiares, retrasando y reduciendo la natalidad y que va a complicar en el futuro la vida de los que aún no han llegado a la llamada ‘tercera edad’.

Abramos los ojos. El problema existe. No se trata de apuntarse tantos electorales, sino de encontrar la solución que más beneficie a todos, y son muchos los interesados.

No envidio a los que tienen la ‘papeleta’ de alcanzar el status quo.