La sombra de las fusiones

La sombra de nuevas fusiones en el sector inmobiliario y constructor planea de nuevo sobre las empresas que trabajan en este mercado. Una vez digeridas las adquisiciones realizadas durante el año 2000, los analistas de Merrill Lynch apuestan por nuevos movimientos corporativos entre iguales en los próximos meses.

Las favoritas para protagonizar alguna de estas fusiones son las inmobiliarias Urbis y Colonial, ya que, según los analistas, resultan las más atractivas para los inversores que decidan apostar por la consolidación. Y es que, a juicio de Merrill Lynch, el principal motor de la consolidación empresarial en nuestro país pasa por la creación de compañías más grandes, con una mayor liquidez bursátil y más músculo financiero, para hacer frente a las oportunidades de inversión del próximo ciclo.

A lo largo de los últimos años hemos visto cómo muchos grupos han consolidado sus fuerzas ganando tamaño, bien con la diversificación, bien con la consolidación de un negocio al que ya se dedicaban. Es el caso de la fusión entre Bami y Metrovacesa, que ha dado lugar a la principal inmobiliaria del país, y una de las primeras a nivel europeo; o la de ACS y Dragados, de la que también ha resultado el mayor grupo constructor y de servicios nacional.

La expansión internacional ha sido el motivo que ha movido las compras de la británica Amey por parte de Ferrovial, de la francesa SFL por parte de Colonial, o de la lusa Impregilo por parte de Sacyr. Y la diversificación ha prendido en Acciona, que ha adquirido la eólica EHN.

Pero, sin duda alguna, el principal comprador de esta temporada ha sido la constructora que ahora preside Luis del Rivero. A la adquisición de Impregilo se unen las de ENA y las de Vallehermoso y su filial de patrimonio Testa, que supusieron el último empujón al grupo en su deseo de salir a Bolsa. Y esa ambición compradora continúa, ya que su próximo objetivo es el BBVA. Veremos qué ocurre con una ‘iniciativa’ a la que nadie ve muchos visos de convertirse en realidad…