ENTREVISTA

"No descartamos fusiones o adquisiciones de compañías que nos complementen"

Javier Aldavert

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Una década trabajando en la edificación residencial le ha dado a Obrum la experiencia suficiente para dar el salto a la obra civil. La compañía que preside Javier Aldavert afronta este reto con la ambición de conseguir cuadruplicar su facturación en los próximos tres años, y para conseguirlo no descarta protagonizar una de las próximas operaciones empresariales que se den en el sector. Eso sí, tendrá que tratarse de una fusión o adquisición con una compañía especialista en obra civil o concesiones, y los principales ejecutivos de Obrum deberían seguir manteniendo el poder o “compartirlo”, pero no perderlo.

Gema Fernández

- Obrum lleva una década trabajando en la edificación residencial y ahora deciden entrar en la obra civil, ¿por qué?
- La obra civil es un sector que ha crecido mucho en los últimos años, gracias, entre otras cosas, a la entrada de España en la Unión Europea, que nos ha proporcionado los fondos necesarios. El mayor volumen de negocio está precisamente aquí, y también es más constante que el de la edificación. Ante este panorama, nosotros no podíamos quedarnos estancados, porque pensamos que el hecho de ser empresarios va ligado al principio de competitividad.

Mi socio Antonio Martín y yo fundamos la compañía en el año 1994, partiendo de una promoción residencial en el municipio madrileño de Valdemoro. Desde entonces, hemos construido más 3.000 viviendas y edificios singulares, cumpliendo siempre la máxima de calidad y compromiso en plazos y presupuesto. Esta trayectoria nos permite ahora afrontar el reto de entrar en proyectos de obra civil.

- ¿Ha sido difícil dar el salto?
- - Lo cierto es que nos hemos presentado a varios concursos y ya hemos conseguido adjudicarnos el primer tramo de Metronorte, en UTE junto a Teconsa y Arias Hermanos, y un aparcamiento en Ifema.

- ¿Y qué tipo de proyectos les interesan más?
- Apuntamos en todas las direcciones porque estamos empezando y sabemos que hacerse un hueco en el mercado es difícil porque hay mucha competencia.

- Entonces, ¿les resultará más fácil ir acompañados en esta nueva etapa?
- Sí, creemos que la forma de hacerlo es ir aunando esfuerzos con otras empresas, como ha ocurrido en la adjudicación de las obras de Metronorte.

- Se refiere a uniones temporales para proyectos concretos o apuestan por fusiones o adquisiciones...
- No descartamos posibles compras o fusiones con otras compañías del sector.

- ¿Qué cualidades debería reunir esa hipotética empresa para que mostrasen interés por ella?
- Debería aportarnos un valor añadido, algo distinto a lo que ya tenemos nosotros. Nosotros somos especialistas en edificación, por eso necesitamos un ‘socio’ que conozca bien el sector de la obra pública y de las concesiones. Tampoco descartamos empresas dedicadas al tema de servicios.

- Y, ¿en qué condiciones se daría la operación?
- Estamos hablando de una fusión o una compra, nunca de absorciones, y, por supuesto, manteniendo siempre el poder o compartiéndolo.

- ¿Podría ser éste el primer paso para una salida a Bolsa?
- Precisamente ése sería el segundo paso, siempre y cuando consigamos alcanzar una facturación cuatro veces superior a la prevista para 2005, que ronda los 150 millones de euros.

- ¿Se plantean salir fuera de nuestras fronteras?
- De momento no. Y nunca sin conocer el mercado local. Para hacerlo, tendríamos que unir nuestras fuerzas a una compañía del país en cuestión.

- ¿Y qué país les resulta más atractivo?
- Sin duda, Polonia, porque es el que tiene más similitudes con España y acaba de entrar en la Unión Europea.

- Esta entrada de nuevos países en la UE supondrá que, en 2007, los fondos que hasta ahora recibía nuestro país se verán mermados, ¿no será esto un problema para las empresas como la suya que trabajan en obra civil?
- Cuando se acaben los fondos europeos habrá que buscar nuevas fuentes de financiación público-privadas para seguir manteniendo el ritmo de construcción de infraestructuras que existe en este momento. esto obligará a las administraciones a alcanzar un pacto con las entidades financieras, y tendrá que ser en no más de un año o año y medio.
- ¿Cómo describiría el panorama actual del sector constructor nacional?
- En quince años hemos pasado de ser los pequeños empresarios de la UE a comprar grandes compañías internacionales. Y seguiremos creciendo.

- Garantizar una mayor seguridad laboral en la construcción es uno de los principales objetivos que se han planteado Gobierno, sindicatos y empresarios. ¿Qué opina de los resultados conseguidos hasta ahora?
- Creo que el Gobierno lo está haciendo muy bien con las inspecciones a pie de obra, porque la desidia se da en los propios ejecutores del trabajo, en los obreros.

La mayoría de las compañías apostamos por contratar mano de obra especializada que no está en nuestra plantilla, porque es mejor para los resultados empresariales. El problema surge con el boom inmobiliario de los últimos años, que ha provocado una demanda tan brutal que es imposible satisfacerla con mano de obra especializada y estos profesionales están continuamente en una continua subasta.

La solución pasa por la formación y por la contratación de empresas especialistas en seguridad en la construcción, así como las de project management.

- Ultimamente también preocupa mucho el cuidado del medio ambiente, incluso empiezan a emplearse materiales reciclables. ¿Su empleo supone algún sobrecoste para el constructor?
- Lo cierto es que aumentan los costes, porque estos materiales no se producen de forma masiva. Hay que aplaudir la voluntad de respeto al medio ambiente que mueve las últimas normativas en materia de uso de energías renovables en la construcción, etcétera, pero primero es necesario concienciar al usuario fina, porque si no, no se rentabilizarán.