La atalaya/Rafael Gómez Parra
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Un estudio elaborado por uno de los ‘think-tanks’ sobre Europa advierte de que la mala gestión energética y el aumento previsible de la demanda en los próximos años suponen una amenaza para la Unión Europea, que puede sufrir problemas graves de suministro. Para evitarlo, el Centre for European Reform (CER) recomienda a Bruselas que refuerce sus relaciones con los países productores y, a los gobiernos, que creen un verdadero mercado interior para la energía capaz de invertir en el suministro energético y en las infraestructuras.
En opinión del autor de el estudio “Seguridad energética: una nueva agenda para Europa”, Nick Butler, desde hace casi cincuenta años, la prioridad de Europa ha sido lograr la paz y la prosperidad reforzando los lazos entre sus naciones. Los últimos veinte años, sobre todo, han estado marcados por los retos internos de la reunificación alemana, la ampliación y la introducción de la moneda única. En este contexto, Butler opina que ha llegado el momento de mirar hacia el exterior. “No podemos estar seguros y ser prósperos si sólo nos ocupamos de nosotros mismos”, explica.
Según Butler, actualmente existen dos amenazas para la seguridad energética. En primer lugar, está el riesgo de cambio climático originado por el incremento del consumo mundial de hidrocarburos. En este área, la Unión Europea ocupa una posición de liderazgo: aplicará el Protocolo de Kioto antes de su ratificación oficial y ha adoptado ya objetivos internos de emisión.
Según Butler, el nuevo sistema europeo de comercio de derechos de emisión tendrá un impacto más allá de Europa, al demostrar que el problema del cambio climático puede tratarse sin amenazar la competitividad y la prosperidad.
La segunda amenaza para la seguridad energética es, según Butler, que el suministro disponible no está a la altura de la demanda creciente. Teniendo en cuenta que ésta depende de la evolución demográfica y económica, y que la población mundial -6.300 millones de personas en la actualidad- está creciendo a un ritmo que alcanza casi las 10.000 personas por hora, la demanda de energía aumentará considerablemente.
China es ya el segundo mayor consumidor de energía del mundo, por detrás de Estados Unidos. La Agencia Internacional de la Energía predice que entre este año y 2015 la demanda energética aumentará en un tercio, lo que equivaldría a 240 millones de barriles de petróleo por día. Butler apunta en primer lugar a un mayor uso de las energías renovables, concretamente la eólica, la solar y la mareomotriz (de las olas), como posibles soluciones.