FIRMAS

No salen las cuentas

El rincón del curioso/Jorge G. Boró

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
A la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, no le salen las cuentas. O, al menos, no salen como ella querría que le salieran. Las medidas que ha puesto sobre la mesa no han impulsado a la construcción de más vivienda de protección, sino más bien lo contrario. Los datos del propio Ministerio indican que los promotores no están por la labor de hacer esta tipología de vivienda mientras se mantenga la política actual.

En el primer semestre del año las solicitudes a la administración de financiación para vivienda protegida han caído un 32%, con relación al mismo periodo del año anterior. Frente a las más de 32.000 del pasado ejercicio, este año se superan con dificultad las 22.000.

Los promotores inmobiliarios no han conseguido que se suba el precio de la vivienda protegida a los precios que pueden dar viabilidad a proyectos de este tipo. A juicio de la Asociación de Promotores Constructores de España esto es una de las causas principales de este descenso, junto a la medida que ha anunciado el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de mantener durante todo el periodo de vida de la vivienda la restricción de su desclasificación y su venta en el mercado libre.

Cada vez se le complica más la situación a la ministra de Vivienda y los rumores sobre su dimisión o cese aumentan cada día. Una de las razones que evitan que se produzca es la proximidad a su toma de posesión y las consecuencias negativas que traería para el presidente del Gobierno, ya que sería reconocer que se ha equivocado en su nombramiento y que una de sus promesas estrella de la pasada campaña electoral, la vivienda y la creación de un Ministerio de la materia, había poco menos que fracasado y se había estrellado en el intento de conseguir un abaratamiento de los precios. Si una de sus principales promesas era aumentar el número de viviendas protegidas o actuaciones, si hacemos caso a la terminología de la ministra, los datos del descenso en el número de solicitudes son un duro revés. No sólo se trata de elevar el número de actuaciones, sino de poner las condiciones necesarias para que puedan llevarse a cabo.