El rincón del curioso/Jorge G. Boró
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Esta parece ser que ha sido la consigna que ha recibido María Antonia Trujillo, ministra de Vivienda, del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del entorno de Moncloa. Pasar desapercibida después de haber estado en boca y en las páginas de los medios de comunicación en los siete días más negros de su paso por el Ministerio, aunque en el resto hasta llegar al mes de abril de su toma de posesión también ha sumado polémica en cada una de sus intervenciones.
Y todo ello en medio de rumores de dimisión pero a nadie se le escapa que, en estos momentos, Rodríguez Zapatero no va a aceptar ninguna renuncia de sus ministros. Sería poco menos que reconocer un fracaso, sólo seis meses después de su acceso al poder, y más en el Ministerio de la Vivienda, una de sus apuestas electorales más importantes, y del que se discute hasta su propia existencia.
Al mismo tiempo, el enfado aumenta en los dirigentes de las empresas del sector inmobiliario, que empiezan a estar hartos de la incertidumbre generada en una materia tan sensible a los mensajes que se transmiten como es la vivienda. Lo que al principio era silencio y margen de espera hasta que se conociera la política del nuevo Gobierno, y cierta condescendencia ante la inexperiencia de los nuevos ministros, se ha transformado en malestar ante los previsibles daños que se pueden producir en el sector y la pérdida de confianza de los potenciales compradores tras los anuncios contradictorios sobre subidas y bajadas de precios que se han lanzado desde el Ministerio de Vivienda y del conjunto del Gobierno de Zapatero.
El tono sube semana tras semana y las críticas ya tienen nombres y apellidos, lo que antes se hacía en privado, ahora ya empieza a aparecer en los medios de comunicación. Y esto no es bueno para el Gobierno, que necesita la implicación de los promotores inmobiliarios para que sus planes de vivienda, cuando entren en vigor, puedan llevarse a cabo. Los promotores desean entrar en el mercado de la vivienda protegida, pero siempre que se den las condiciones adecuadas. Y esperan que el Gobierno las ponga en marcha.