Barcelona cuenta con el primer piso piloto de este tipo donde se muestran las últimas novedades
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Barcelona ha estrenado el primer piso piloto domotizado de España para personas discapacitadas. Se trata de una iniciativa de la Asociación de Parálisis Cerebral (Aspace) que, con la ayuda de Toshiba, B&J Adaptaciones y la Universitat Politécnica de Cataluña, que permite a las personas discapacitadas y a sus familias conocer los últimos avances tecnológicos para hacer su vida cotidiana más fácil.
El piso piloto, situado en el barrio de Les Corts, cuenta con cinco habitaciones y en todas ellas es posible abrir y cerrar puertas y ventanas, encender y apagar luces, con un mando a distancia. Los usuarios pueden realizar prácticas con los distintos dispositivos que les pueden ayudar a mejorar su independencia y facilitar su movilidad. Además, los profesionales evaluarán las necesidades de cada persona y le indicarán cuál es la herramienta más adecuada para aplicar en su casa.
En el despacho, la trabajadora social atiende a los usuarios y a sus familias para orientarles en las herramientas y recursos más adecuados, así como los medios para solicitar una ayuda a las instituciones. En la cocina, se lleva a cabo la terapia ocupacional. Este espacio dispone de muebles y electrodomésticos adaptados a los discapacitados, ya que se puede regular su altura con la ayuda de un mando a distancia.
El estudio es el espacio donde la logopeda trabaja los problemas relacionados con el habla y la comunicación en general con un software específico, ratones del tipo joystick y teclados virtuales.
El dormitorio dispone de una cama graduable, tanto en altura como en posición, y cuenta con un sistema informático específico que permite controlar mediante una pantalla de proyección hasta 150 acciones, como encender luces, abrir ventanas e incluso automatizar un conjunto de acciones para que se produzcan de forma cotidiana. Finalmente, el baño tiene una grúa que ayuda a la persona discapacitada a desplazarse desde la cama hasta la bañera y un asiento hidráulico para facilitar el baño, entre otras adaptaciones accesibles.
Un discapacitado que desee adaptar su vivienda con esta moderna tecnología tendría que invertir cerca de 12.000 euros. Sin embargo, la Generalitat, en el marco del programa PUAS, ofrece ayudas que alcanzan hasta el 80% del coste total del material.