Creatividad en vena.

Podríamos decir que Javier Guridi lleva la creatividad en las venas; y es que procede de una familia de artistas. Su abuelo, Jesús Guridi, fue un famoso organista y compositor de melodías, y su hermano gemelo, Luis, es director de cine (Atilano presidente y Justino un asesino de la tercera edad). En este caso, el director de Boj emplea esta cualidad en el negocio de la promoción inmobiliaria y en sus productos.

Profesionalidad y rigurosidad.

Estas son dos de las características esenciales que Guridi exige a un profesional del sector, empezando por él mismo. A su juicio, las cosas han cambiado mucho en el mercado inmobiliario desde que la compañía comenzase su andadura hace dos décadas. El sector se ha “profesionalizado”; y, en el caso de las empresas familiares, los descendientes se preparan para asumir sus responsabilidades.

Capitán de navío.

La navegación es una de las grandes pasiones de Javier Guridi, aunque cada vez le dedica menos tiempo, pues tiene una agenda muy apretada. Su sueño sería dar la vuelta al mundo, lo que no sabemos es si le gustaría hacerlo en barco, o pilotando un avión, una experiencia que quiere repetir después de haber probado con el vuelo sin motor. Mientras tanto, se conforma con el golf y con su pintura.