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El rincón del curioso/Jorge G. Boró

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La edificación residencial sigue en España con viento a favor, a pesar de los augurios de posibles pinchazos de supuestas “burbujas inmobiliarias”, y las ventas de residencias de primera mano se mantiene, aunque sí es cierto que han aumentado los plazos de venta. Estos datos se ven refrendados por el crecimiento del crédito para la compra de vivienda, el más alto en los últimos 14 años.

Y todo ello a pesar de la incertidumbre que se vive a la espera de la puesta en marcha de la nueva política de vivienda del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La ministra de la materia se dirigió la semana pasada a un grupo de promotores en el transcurso del Salón Inmobiliario Barcelona Meeting Point y les “sugirió” que ya habían ganado mucho dinero en estos últimos años y que deberían ganar menos. Si la ministra se piensa que el margen de beneficio de los promotores es la causa del fuerte aumento de los precios de las viviendas en los últimos años, mal encaminada va.

Los promotores son los primeros interesados en que los precios de las viviendas no suban desproporcionadamente para que los compradores puedan acceder a ellas y los agentes intervinientes en el sector inmobiliario tienen claro que esas subidas tienen su causa principal en el alto precio del suelo y en largos y tortuosos trámites urbanísticos. Es en estos puntos donde la ministra y su equipo deben encaminar sus pasos y dirigir sus medidas, y más si, como ha afirmado recientemente, con el presupuesto previsto para el próximo ejercicio tiene recursos suficientes para cumplir con sus compromisos electorales.

Los márgenes de beneficio por promoción son los que son y se mantienen, por lo general, estables durante los últimos años. Los promotores privados de vivienda intervienen como un negocio y para obtener un beneficio y no son los que deben invertir para solucionar los problemas de acceso que tienen determinados sectores de población. Esa es la labor del Estado y en la que debe emplearse a fondo el Gobierno de Zapatero.