FIRMAS

Toque de atención

Gema Fernández

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Nuevo toque de atención a las entidades financieras, los políticos y las compañías inmobiliarias sobre el imparable crecimiento de los precios de las viviendas en España en los últimos años.

Esta vez ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI) el que ha advertido de que “existe el peligro de que mayores tasas de interés disparen un ajuste a la baja mucho mayor en los precios”, lo que, a su juicio, tendría “consecuencias más graves” en la actividad económica, puesto que este sector es de gran importancia para el producto interior bruto.

Sin embargo, tanto los empresarios del mercado inmobiliario como las entidades financieras se muestran tranquilos. Son conscientes de que la situación actual es insostenible, pero no creen en una corrección brusca, ni en el pinchazo de una burbuja que consideran inexistente. Aseguran estar preparados para enfrentarse al inicio de una desaceleración que ya comienza a notarse. De hecho, en los últimos meses se han detectado incrementos en los periodos de comercialización de determinadas tipologías de inmuebles y en determinados emplazamientos.

No es lógico pensar que un crecimiento de los precios del 17% anual pueda seguir manteniéndose, y tampoco sería bueno para nadie, como también apuntan los promotores. Ya existe una gran bolsa de demanda insolvente que ha tenido que quedarse fuera del mercado porque no puede comprar a los precios actuales. Este grupo de demandantes está compuesto, en su mayoría, por parejas jóvenes a las que tampoco se les pueden aplicar las ayudas públicas, ni pueden acceder a una vivienda protegida. Es paradójico, ¿verdad? Uno no puede comprar una casa en el mercado de renta libre porque los precios son desorbitados, pero tampoco puede acceder a una VPO porque se considera que el sueldo excede de los parámetros establecidos… Y no hablemos del alquiler, son muchos los que amortizan la inversión en una vivienda alquilándola a una mensualidad muy similar a lo que debe pagar por su hipoteca… En fin, España es un país de pícaros…