Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La rehabilitación urbana busca regenerar una zona degradada, y para ello necesita del apoyo e impulso institucional. Las principales dificultades se encuentran en la integración de los elementos singulares del área.
La rehabilitación urbana es una vertiente diferente a las obras de este tipo llevadas a cabo en edificios aislados. En este caso, se trata de recuperar toda una zona que, por algún motivo, ha quedado en desuso o que se encuentra degradada y realizar un proyecto integral de regeneración. “Este tipo de desarrollos necesita del apoyo institucional para no fracasar. De hecho, los planes de rehabilitación deben estar contemplados previamente en el planeamiento municipal”, comenta Javier Solano, arquitecto y director del departamento de suelo y urbanismo de Hercesa.
Esta inmobiliaria llevó a cabo hace unos años la regeneración de un espacio industrial de Guadalajara, denominado La Vaguada, que antes era una zona urbana inutilizada, con restos de una antigua fábrica que impedían el crecimiento de la ciudad y que ahora integra 246 viviendas, locales comerciales y un centro de ocio y comercio.
“Los normal en estos proyectos es aprovechar todos aquellos elementos arquitectónicos o urbanísticos que, bien por estar inventariados, o por razones estéticas o funcionales, sean capaces de aportar su correcta integración en el diseño”, explica Solano. Así, Hercesa conservó en La Vaguada la chimenea de la antigua fábrica, característica básica de este desarrollo. De hecho, “las principales dificultades en estas actuaciones provienen de la integración de aquellos elementos significativos que deban ponerse en valor dentro del diseño general de la actuación”, añade el técnico de Hercesa.
Actualmente, la inmobiliaria está recuperando las instalaciones industriales de la empresa de productos eléctricos Josa S.A. en Rubí, Barcelona, que busca resolver los conflictos existentes entre el antiguo tejido industrial y el residencial que ha ido creciendo a su alrededor. Este desarrollo contará con una zona verde de 5.300 metros cuadrados, otros 4.800 de zona comercial y de ocio y 29.500 metros cuadrados de superficie residencial.
Hercesa también va a promover una actuación residencial en Vilafranca del Penedés, en lo que fue la antigua fábrica de Cinzano, que estará integrada por 294 viviendas y locales comerciales.
De Rotterdam a Lisboa.- Otra empresa especializada en la rehabilitación de zonas urbanas es la holandesa Multi Development Corporation (MDC), cuyas obras siempre incluyen la implantación de una zona comercial.
Entre sus múltiples proyectos cabe destacar el llevado a cabo en Beursplein, en la ciudad holandesa de Rotterdam, donde MDC invirtió en 1996 unos 107 millones en transformar una zona degradada, compuesta por antiguos almacenes situados a ambos lados de la carretera hacia La Haya, en un complejo comercial subterráneo rodeado de oficinas y hoteles.
“Nuestro método de trabajo consiste en ver el lugar, definir el concepto de lo que queremos crear y encargárselo al mejor estudio de arquitectura de la zona en cuestión”, señalan fuentes de la empresa.
Igualmente, han llevado a cabo la regeneración de un muelle portuario en Aveiro, Portugal, que han convertido en un canal limpio con un centro comercial al borde y 56 apartamentos. También participaron en la reconstrucción del centro histórico de Lisboa, después del incendio que sufrió en 1988.