El búho/ Lope de Aguirre
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Corsini (Corsán-Corviam), Colomer (Pryconsa), San Román (Edisan), Banús (Anbar), Martín de Prado (Larcovi) y Madridano (Madrimor) serán los verdaderos beneficiarios del consorcio de La Estación de Colmenar Viejo, gracias a su estratégica compra de los terrenos que iban a ser expropiados, 1,4 millones de metros cuadrados, y que han cambiado ahora por 1.500 viviendas libres.
Un procedimiento utilizado habitualmente por la Comunidad y por los ayuntamientos para pagar a precio de mercado las expropiaciones “forzosas”. Las administraciones públicas se evitan así también una larga negociación, uno por uno, con todos los pequeños propietarios. Los grandes promotores y constructores compran los terrenos a precios de suelo rústico y, tras su recalificación, “aceptan” la expropiación a cambio de que se les pague en suelo edificable para vivienda libre. La Comunidad y el Ayuntamiento “venden” a las cooperativas las otras 1.500 viviendas de protección oficial. Todos ganan y todos contentos.
La familia Banús, que ha liderado la operación, consiguió más de 400.000 m2, seguido de Fernando Madridano (Madrimor), con más de 300.000 m2, 100.000 más que los Corsini y que Antonio Colomer, uno de los hombres más ricos de España, dueño de Pryconsa. Larcovi compró 100.000 m2 y Construcciones Edisan (José Antonio San Román) se tuvo que conformar con los últimos 40.000 m2.
Los Banús, que acaban de abrir el hotel Mirasierra en el norte de Madrid, tienen también importantes bolsas de suelo en San Sebastián de los Reyes, especialmente en Tempranales, donde apoyan la gestión de Javier Martínez de Irujo, primo carnal de la duquesa de Alba. Los Corsini, en cambio, tienen sus principales bolsas de suelo en el este, especialmente en Rivas y Mejorada del Campo, a través de la sociedad patrimonial La Tribu.
La familia catalana Colomer ha convertido a Pryconsa en una de las principales promotoras madrileñas, aunque su imperio se extiende por toda España, desde Isla Canela, en Huelva, hasta la costa levantina. José Antonio San Román, uno de los principales constructores de la zona Oeste de Madrid, con sede en Las Rozas, se ha tenido, en cambio, que conformar con las migajas que le han dejado los grandes.