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Esperanza Aguirre ofrece trabajo al sector para toda la legislatura

Constructoras, promotoras y cooperativas reciben un regalo de la Comunidad de Madrid

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Cuando en diciembre del pasado año el coordinador general de IU-CM, Fausto Fernández, afirmó que el nuevo Plan de Ampliación del Metro de la Comunidad de Madrid era “el regalo de Navidad del Partido Popular a los dueños de las tuneladoras y a los promotores inmobiliarios”, se quedó corto, pues también las cooperativas van a salir beneficiadas con el Plan de Vivienda Joven que acaba de aprobar definitivamente Esperanza Aguirre, y con ellas sus socios.

Pablo Sola
Madrid

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado definitivamente el Plan de Vivienda Joven, que prevé construir esta legislatura 16.400 viviendas para jóvenes menores de 35 años, en régimen de alquiler.

Un mínimo del 50%.- Este ambicioso plan pretende movilizar tanto a promotores como a cooperativas mediante la posibilidad de construir promociones con un mínimo del 50% de viviendas en alquiler con opción a compra a los 7 años, mientras el resto queda libre para su venta transcurridos los 10 años de arrendamiento. “Nos parece un plan acertado para los promotores, en el que se elimina el fraude, porque no hace falta vulnerar la ley para lograr rentabilidad”, analiza José Manuel Galindo, secretario general de Asprima.

Igual disposición han mostrado los representantes de la Federación de Cooperativas de Viviendas de Madrid (FCV), a los que el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Mariano Zabía, ha invitado a sumarse al proyecto. “Es un plan rentable para las cooperativas solventes que puedan aguantar siete años con ese patrimonio inmobilizado. Las rentas sirven para cubrir los gastos financieros y, una vez cumplido el plazo, se obtiene una rentabilidad de entre el 13% y el 15%”, comenta Santos Muñoz, de Ecovi.

Promotores y cooperativas difieren en los porcentajes. “A nosotros nos interesa hacer el 100% de la promoción en alquiler con opción a compra. Esto facilita la gestión y cuando se vende se puede hacer al doble del precio del módulo en el momento de la calificación”, dice Francisco López Barquero, de Onnovo Gestión Inmobiliaria. Por su parte, desde Asprima aplauden la medida obligatoria de construir en “bloques, edificios o portales separados” las viviendas con opción a compra y las que acabarán en el mercado libre. “Esto facilita las transmisiones en bloque entre empresas como, por ejemplo, los fondos de inversión”, comenta Galindo.

Fórmulas imaginativas.- La directora general de Suelo de la Comunidad de Madrid, Silvia del Saz, ha recordado a las cooperativas que, por su naturaleza, “en principio” no tendrían cabida en este plan, ya que, según la ley, la enajenación de las viviendas que promueven estas sociedades es a socios o familiares directos, por lo que ha solictado a los cooperativistas que inventen fórmulas imaginativas para poder encajar en el plan. “No hace falta, es ideal para cooperativas de padres a hijos. Los padres promueven, alquilan a sus hijos y a los siete años recuperan la inversión”, asegura Santos Muñoz.

Pero los representantes de FCV no creen que exista un único modelo clásico de cooperativa, ya que existen las llamadas cooperativas de ahorro, que vendrían a ser unas cooperativas patrimonialistas, y que ejercen exactamente esa función. “No hay que buscar muy lejos, hay bancos y cajas que son cooperativas, el mismo Eroski es una cooperativa de ahorro”, explica López Barquero.

Respecto a los suelos, estas viviendas se construirán en terrenos propiedad de la Comunidad de Madrid y de los ayuntamientos destinados a vivienda protegida, así como suelos de promotores privados. “Hay muchos promotores interesados en movilizar sus suelos para este plan”, dice Galindo, “eso sí, siempre que se liberalice el número de viviendas”, añade.

Los promotores saben que 70 metros cuadrados es una superficie suficiente para un joven, pero no quieren que al construir pisos más pequeños les sobre edificabilidad, situación que restaría rentabilidad al plan y alejaría a la iniciativa privada. “Si hacemos viviendas más pequeñas queremos una regulación ágil e inmediata para poder hacer más casas”, sentencian desde Asprima.