José Ignacio Vicente
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El grupo GMR, constituido en el año 1985, se compone de un conjunto de empresas dedicadas a las prestación de servicios en el ámbito del mercado de los centros comerciales y de ocio. Algunos de sus principales proyectos han sido pioneros en este sector, anticipando tendencias que se han desarrollado posteriormente y que, en su momento, no gozaron de mucha aceptación. Con el objetivo de seguir siendo competitivos, la línea que marca las directrices y objetivos de los nuevos proyectos de GMR sigue enfocada a la innovación, como afirma el director general de la compañía.
Gema Fernández
- GMR comenzó a trabajar en el mercado español de centros comerciales en el año 1985, ¿qué ha aportado la compañía a este sector?
- Podemos decir con orgullo que somos los pioneros en acuñar un nuevo concepto: el de parque comercial y de ocio, y su posterior evolución, el parque comercial temático, tendencias que se han ido desarrollando durante estos últimos años.
Nuestro primer proyecto en este sentido fue Parquesur, en el municipio madrileño de Leganés. Se trata de un complejo de 100.000 metros cuadrados de SBA, que se reparten al 50% el ocio y el comercio. Cuando lo abrimos, en el año 1989, el concepto de ocio en las grandes superficies era algo desconocido en este país y nos costó mucho encontrar inversores. De hecho, en su momento, fuimos muy criticados por la Asociación Española de Centros Comerciales (AECC).
Después, hemos ido introduciendo otros conceptos, como en el caso de Bahía Sur, en San Fernando (Cádiz), un complejo de ocio y comercio que incluye una zona residencial, con estudios y bungalows, hoteles, y el centro deportivo más grande de Andalucía.
- ¿Qué persiguen con estos nuevos conceptos?
- Simple y llanamente: atraer el público en un sector muy competitivo.
- ¿Les preocupa que cada vez haya más competitividad en el mercado de los centros comerciales?
- No, en absoluto. Somos una empresa lo suficientemente dimensionada para seguir trabajando como hasta ahora y sabemos que no nos van a faltar socios. Además, seguimos desarrollando nuevos conceptos. Ahora estamos trabajando en la idea de hacer ocio participativo.
- ¿Cree que existe saturación de centros comerciales en nuestro país?
- El mercado no está saturado, aunque es cierto que en las grandes ciudades se ha producido un crecimiento desbordante del sector, y que las empresas empiezan a apostar por otras ciudades.
- ¿Y qué cualidades debe tener una ciudad para que resulte atractiva para implantar un proyecto de este tipo?
- Suelen ser capitales de provincia, con una población de entre 80.000 y 100.000 habitantes. Eso sí, los centros que se construyen son más pequeños que, por ejemplo, los de Madrid, tienen unos 30.000 ó 40.000 metros cuadrados, cuentan con un hipermercado y llevan menos oferta de ocio.
- A la vista de las últimas cifras publicadas por el sector audiovisual sobre la reducción de afluencia de público a los cines, ¿cree que los nuevos proyectos deben replantearse la entrada de estos complejos entre su oferta?
- El cine es un negocio cíclico, y quizás ahora está atravesando una mala racha, pero volverá a coger fuerza y seguirá siendo una de las principales locomotoras de los centros. De hecho, la introducción de complejos cinematográficos con varias salas ha hecho cambiar el mapa de los cines en el país, que han pasado de estar en los núcleos urbanos a asentarse en las grandes superficies de la corona metropolitana.
- Entonces, en el futuro ocio y comercio ¿seguirán unidos?
- Seguirán íntimamente ligados. Las compras familiares ya no se entienden sin un complemento de ocio. Es más, en muchos proyectos el ocio ha superado al comercio en cuanto oferta, llegando a darse casos de centros única y exclusivamente dedicados al ocio, como Opción, en Alcorcón (Madrid).
- Existe cierta polémica en torno a los horarios de apertura de las grandes superficies comerciales. ¿Cuál es su postura en este tema?
- Creo que hay que hacer caso al consumidor, a sus gustos y hábitos, porque él es quien manda. Si los domingos se abren los centros y éstos se llenan, será porque es necesario que se abran…
- ¿Cree que existe algún modo de satisfacer las demandas de los pequeños comerciantes locales y las de los promotores de grandes superficies como GMR?
- Por supuesto. De hecho, nosotros contactamos con las asociaciones de comerciantes locales, antes incluso de solicitar las licencias, para ofrecerles, a precios primados, que estén presentes en nuestros centros. Las ventajas para ellos son muchas, entre ellas, que reducen los costes de luz, vigilancia y mantenimiento.
- Los centros comerciales están cambiando también el concepto de urbanismo de las ciudades…
- Es cierto. Los grandes desarrollos urbanísticos que se están llevando a cabo en los últimos años reservan parte de su superficie para zonas comerciales donde se aglutine toda la oferta.
- GMR inauguró en 2002 dos complejos en Venezuela y ya está preparando otros dos proyectos en este país. ¿También han llevado a esta zona sus innovadoras ideas?
- Sí. La tendencia en Venezuela es similar a la que había en España en los ochenta. Nuestros dos centros, Centro Sur (Maracaibo) y Babilón Barquisimeto (Barquisimeto), cuentan con varias salas de cine explotadas por Cinebox, una de nuestras sociedades, y están funcionando de maravilla.
- ¿Cuáles son los planes de futuro de la compañía?
- Además de los dos nuevos proyectos de Venezuela: Babilón Valencia (Valencia) y Babilón La Yaguara (Caracas), estamos desarrollando un centro de ocio y comercio en Huelva, denominado Aqualón, que se está levantando sobre una superficie de 30.000 metros cuadrados a las puertas del casco histórico de la ciudad, y que se inaugurará el próximo mes de octubre.
También estamos rediseñando el centro madrileño de La Ermita.
- ¿Se plantean la expandirse a otros países?
- Hemos apostado por el crecimiento en Brasil de nuestra empresa de cine, Cinebox, que ya cuenta con cinco complejos y 50 pantallas en este país.