Arquitectura en Pittsburgh/Pablo Sola
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La ciudad de Pittsburgh es conocida como La Ciudad de los Puentes, por la cantidad de ellos que sobrevuelan el río Allegheny a su paso por la capital del Estado de Pensilvania. Precisamente la curva de los cables de los que cuelgan estos puentes ha sido lo que ha inspirado la forma del centro de convenciones David L. Lawrence, diseñado por el arquitecto argentino Rafael Viñoly.
Este complejo se levantará sobre un terreno junto al río de 300 metros de longitud a lo largo del margen sur del Allegheny y de 150 metros de profundidad hacia el centro urbano. De esta manera, la curva que conforma el techo del inmueble asciende desde la orilla del río hasta integrarse con los edificios de la ciudad.
A pesar de su tamaño, Viñoly ha querido crear un edificio ecológico, por lo que su diseño cuenta con características que le han proporcionado la certificación Gold LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, según sus siglas en inglés) que otorga la entidad Green Building Council, que evalúa los procesos de construcción en términos medioambientales. De hecho, se ha convertido en el edificio verde más grande de Estados Unidos.
El techo, quedará compuesto por 14 secciones, que partirán de una hilera de mástiles monumentales que se elevarán por encima del edificio en la fachada que mira a la ciudad y que tienen su base en las salas de exposiciones de ese lado. En total, el inmueble sumará 15 cables tensados sobre el mismo número de mástiles, a imitación de los cables de los puentes. Por último, habrá ligaduras que cubran la distancia entre cada par de cables sustentando un revestimiento de acero inoxidable a cada sección de la cubierta. Así, la pendiente de la cubierta aumenta a medida que se eleva desde la terraza hacia los mástiles, lo que permite crear corrientes de convección que sirven para ventilar naturalmente al salón de exposiciones. Es decir, el centro de convenciones aprovecha el aire fresco que llega del río y expulsa el aire caliente por la parte superior.
La luz natural es la otra gran figura del centro Lawrence, ya que, a través de bandas de vidrio colocadas entre las secciones del techo, los paneles y telas translúcidas, la luz baña el salón principal de exposiciones. Este diseño de la iluminación proporciona luz natural al 75% del área de exposición del centro, incorporando un sistema de oscurecimiento para las prestaciones que lo requieran. En resumen, estos sistemas de ventilación e iluminación natural permitirán utilizar un 35% menos de energía.
El centro de convenciones tendrá una superficie total de 140.000 metros cuadrados construidos y un coste de 310 millones de euros. Contará con un hotel y 30.000 metros cuadrados de áreas de exposición, que incluyen 23.000 metros cuadrados libres de columnas. Además, tendrá 53 salas de reuniones y 37 plataformas de carga y descarga.
La entrada principal estará en un pasaje cubierto en la Tenth Street Bypass, donde se ubicará un aparcamiento para 700 vehículos. Los espacios de exposición se distribuirán en dos niveles, entre la planta baja y la primera planta. Mientras en la baja se sucederán una serie de salas cerradas, en el primer piso el salón principal divisible pasará por encima de la Tenth Street Bypass convirtiendo las áreas de exhibición en un todo continuo.
En la fachada del edificio que da a la ciudad habrá locales comerciales en la planta baja y salas de reunión y zonas de pre-exhibición en los pisos superiores, mientras que, frente al río, una calle separará el centro Lawrence de un futuro parque donde habrá un gran bulevar, terrazas abiertas y más salas de reunión. Según la descripción del proyecto, el bulevar es la espina de conexión del programa y relaciona al edificio con el río a través de amplios paneles de vidrio, terrazas panorámicas y conexiones físicas que descienden hasta el parque de la ribera. Sobre el bulevar habrá una terraza pública abierta, que se convertirá en un punto panorámico y de reunión para la gente de la ciudad.