Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Las Bolsas del Viejo Continente han vivido, una vez más, una semana de sensibles pérdidas, provocadas por la preocupación que infunde a los inversores el histórico precio máximo que ha alcanzado el petróleo, más de 38 dólares por barril, y el incremento de la incertidumbre geopolítica, avivada el pasado lunes con el asesinato del presidente de turno del Gobierno iraquí, y la colocación de varias bombas en Turquía.
Estos hechos han hecho inútil cualquier tímido intento de recuperación de los mercados, que ni tan siquiera han querido escuchar las palabras del Bundesbank alemán, que ha hablado sobre lo que considera una cada vez más fuerte recuperación económica mundial y sobre la escasa repercusión económica que tendrán los actuales riesgos geopolíticos. Asimismo, los inversores han hecho oídos sordos al buen dato del PIB de la zona euro, que obtuvo en marzo el crecimiento más rápido en tres años.
Así pues, el Eurostoxx-50 no ha tenido más remedio que finalizar, por tercera semana consecutiva (del 10 al 17 de mayo), con signo negativo, esta vez con un descenso del 0,94%, hasta situarse en los 2.659,85 puntos. El Eurostoxx de construcción tampoco ha podido mantenerse al margen de las pérdidas, y ha finalizado la semana situado en los 184,96 puntos, con un retroceso del 0,86%.