Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Los mercados de renta variable estadounidenses no han podido evitar, al igual que el resto de mercados del planeta, las pérdidas durante la pasada semana, pero sí han logrado, al menos, minimizar éstas en comparación al resto índices de importancia.
El motivo de este menor descenso podemos encontrarlo en el buen dato del índice de precios al consumo (IPC) estadounidense, un positivo 0,2%, una décima menos de lo esperado, que si bien no ha sido suficiente para dar la vuelta a los mercados, sí lo ha sido, al menos, para tranquilizar a unos inversores que, a esas horas, ya se encontraban dispuestos a vender a la primera oportunidad.
Pese a todo, el precio del petróleo, en máximos desde el mes de octubre de 1990, sigue imposibilitando, por el momento, una reacción sólida de las Bolsas, que se encuentran a expensas de los que decidan los exportadores de crudo.
Así pues, el Dow Jones ha conseguido finalizar la semana con un ligero retroceso del 0,83%, que le ha llevado a situarse en los 9.907 puntos. El S&P 500, por su parte, se ha comportado un poco mejor que su compañero, cerrando con un casi imperceptible retroceso del 0,28%, y situado en los 1.084,08 puntos.