Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Los mercados de renta variable europeos no han podido evitar verse salpicados negativamente por el aumento de la tensión en todos los ámbitos, tanto políticos, como económicos y militares, acaecido durante la pasada semana a nivel mundial.
Ante este incremento de la incertidumbre, los inversores han tomado rápidamente la decisión de vender, muchos de ellos ayudados por la activación automática de las alertas de venta, tras comprobar el resurgimiento del terrorismo en Chechenia e Irak, el imparable alza de los precios del petróleo, situados en máximos de 13 años, y el derrumbe de los mercados asiáticos. Así, los principales mercados del Viejo Continente se han visto nuevamente abocados no sólo a los números rojos, sino a una verdadera fuga de capitales hacia sitios más tranquilos para el ahorro, si es que aún existe alguno.
El Eurostoxx-50 cedió durante la semana (del 3 al 10 de mayo) un más que respetable 4,33%, situándose en los 2.684,96 puntos. Al igual que en España, este descenso significa para el selectivo europeo la pérdida de su soporte, situado en los 2.750 puntos. El Eurostoxx de Construcción, al contrario de lo ocurrido en nuestro país, ha mostrado un comportamiento peor que el índice general, descendiendo un 4,71%, hasta situarse en los 186,57 puntos.