AUTONOMÍAS

La provincia de Barcelona necesitará 427.000 pisos en las próximas dos décadas

La mayoría de ellos en la primera corona metropolitana

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La evolución económica de la provincia de Barcelona prevé que se necesitarán más de 427.000 nuevas viviendas para acoger el aumento de la población que se establecerá durante las dos próximas décadas. La mayoría de estos pisos se tendrán que construir en el área metropolitana y serán igual de caros que en la capital.

Josep Ferrer.

Barcelona

La región metropolitana de Barcelona, que incluye la propia Ciudad Condal, el área metropolitana que la rodea y las zonas de El Barcelonés, Baix Llobregat, los dos Vallés, Maresme, Garraf y Alt Penedés, ya representa el 70% de la población (4,5 millones de habitantes) y la ocupación (2,2 millones de puestos de trabajo) en Cataluña, según el estudio “Prospectiva de mercado, demografía y vivienda”, elaborado por el Ayuntamiento barcelonés.

Gran demanda inmigrante.- Basándose en las conclusiones de este informe, el Ejecutivo que dirige Joan Clos y el resto de alcaldes de la provincia barcelonesa han mostrado una gran preocupación por el elevado número de inmigrantes que recibirá toda la región metropolitana en los próximos años y que elevará la cifra de habitantes a 700.000. Además, se espera que esta población extranjera genere una gran demanda residencial de obra nueva, ya que la rehabilitación de los barrios existentes será insuficiente para satisfacerla.

De los cerca de 427.000 pisos que serán necesarios, la mitad irán a parar a familias inmigrantes y el otro 50% servirá para responder a las necesidades de emancipación de la población ya residente en la región metropolitana de Barcelona.

La elevada demanda y el alto precio que están alcanzando las viviendas ya se ha traducido, en algunos barrios metropolitanos, en lo que se ha denominado “barraquismo interno”. Es decir, una docena de personas comparten piso y hacen turnos para poder dormir.

Cálculos erróneos.- Los alcaldes metropolitanos propusieron hace un año fijar una política de viviendas común, para evitar un crecimiento desordenado y un consumo desorbitado del suelo urbano. Los primeros ediles de estas localidades cercanas a Barcelona preveían entonces que se necesitarían unos 200.000 pisos durante los próximos años, “pero nos quedamos cortos”, afirma el alcalde de la Ciudad Condal, Joan Clos.

El nuevo plan urbanístico de la región metropolitana, que elaborará el Gobierno en un año, tendrá que fijar nuevos parámetros urbanísticos y designar los espacios constructivos de una manera coordinada.