Eduardo Vallejo/ Analista de Suelo de King Sturge
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Con respecto a la actual situación del mercado residencial español se puede decir que asistimos desde hace ya algunos años a un mercado de carácter imperfecto. Es completamente diferente al mercado de cualquier otro producto, que suele regirse por un equilibrio entre la oferta y la demanda.
Este equilibrio provoca la estabilidad de precios, con sus pequeñas variaciones. En el caso del mercado del suelo, la presión existente por parte de la demanda de solares –sobre todo aquellos ya urbanizados y aptos para iniciar a construir de inmediato- condiciona cualquier operación.
En cuanto al incremento de los precios de la vivienda en nuestro país, no creemos que las medidas que habitualmente aparecen en los medios de comunicación puedan resolver el problema, al menos en el medio plazo. La cuestión es que las viviendas se venden, y se lo hacen cada vez a precios más caros. Por lo tanto, hasta que los compradores dejen de comprar vivienda sobre plano, ya sea para uso propio o como método de inversión, la situación no mejorará.
Respecto a la situación del mercado del suelo hay dos elementos que lo condicionan: la escasez y el precio. El valor de un solar no guarda la relación lógica con el precio de la vivienda. Hoy en día un analista ve imposible justificar una inversión en suelo por los métodos de valoración tradicionales. Podría decirse que los mercados de vivienda y suelo son divergentes y cada vez se separan más. En efecto, el mercado de la vivienda nueva sigue una evolución de precios y el de suelo otra muy diferente, no existe proporción. En consecuencia, las decisiones de compra de solares cada vez dependen menos del precio final de la vivienda.