FIRMAS

Examen final

el rincón del curioso/ Jorge G. Boró

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La suerte está echada. A falta de tres días para que se celebren las elecciones generales en España, pocos deben ser los que no tengan el voto decidido o que hayan considerado ya si irán a ejercer su derecho en las urnas. Durante meses, las diferentes opciones nos han bombardeado con propuestas en una campaña interminable que, en nuestro país, une elecciones autonómicas con municipales hasta llegar a las generales.

En estos comicios están en juego muchas cosas, probablemente sean de las más importantes que se hayan celebrado en España, porque del Gobierno que salga de las mismas y de su fuerza o debilidad dependerá nuestro futuro inmediato. Pero ya hay muchos medios de comunicación que tratan de los asuntos generales y valoran las situaciones políticas que se pueden producir después del 14 de marzo. Desde un periódico como éste, el foco debe estar puesto sobre los temas que afectan al urbanismo y a los sectores inmobiliario y de la construcción. En los ocho años anteriores, éstos han vivido un verdadero boom, y el peso específico de estos dos últimos en el conjunto de la economía española ha aumentado hasta convertirse en su verdadero motor. La edificación residencial y las infraestructuras han sido la base del crecimiento continuo en la construcción, y la venta de viviendas, con cifras anuales de inicios que han roto todas las previsiones, ha sido lo mismo para el sector inmobiliario. Es cierto que los precios de las viviendas han crecido de manera muy importante, pero también que ha existido una demanda solvente que ha podido hacerles frente gracias a la buena situación económica y a los bajos tipos de interés. Los partidos políticos, sobre todo de la oposición, deberían haber centrado sus propuestas en presentar soluciones a las personas que no se encuentran entre esa demanda solvente y tienen dificultades importantes para un primer acceso a la vivienda, en vez de extender sobre el sector la sombra de la duda y acusaciones de especulación generalizada sin señalar a nadie en particular.