Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El convenio urbanístico negociado entre el Ayuntamiento de Sevilla y la compañía Heineken se encuentra en punto muerto tras el anuncio, a principios de febrero, de los 168 despidos de la plantilla de la fábrica de Cruzcampo en la capital hispalense. El Ejecutivo municipal y la compañía cervecera firmaron un convenio el pasado mes de enero por el que el Consistorio se comprometía a recalificar los terrenos de la factoría de Cruzcampo de Sevilla. Pero dicho acuerdo estaba supeditado a que Heineken mantenga toda la capacidad productiva de su fábrica en el término municipal.
La semana pasada, el regidor sevillano recibió una carta de los responsables de la compañía cervecera en la que detallaban la cuantía de sus inversiones y su “apuesta” productiva por la ciudad, explicando, además, la cantidad de empresas auxiliares que se instalarán junto a la nueva factoría que se pretende construir en Torreblanca.
Con esta misiva, los responsables de Heineken han tratado de desbloquear la firma del convenio urbanístico que permitirá la construcción de 1.092 viviendas en los terrenos que ahora ocupa la fábrica de Cruzcampo en la avenida de Andalucía. Y es que la licencia para desarrollar los terrenos está vinculada a la construcción de las nuevas instalaciones fabriles y traslado de Cruzcampo a la zona.
Los terrenos elegidos por Heineken en Torreblanca, una finca de 63 hectáreas, están calificados como suelos no urbanizables, por lo que se ha buscado una nueva fórmula jurídica para permitir que se comience a actuar antes de que entre en vigor el nuevo PGOU, a finales de 2005.