El proyecto se ejecutará en dos años y costará 100 millones
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El 40% de las aguas tratadas por la depuradora del Baix Llobregat no se verterá al mar como ahora, sino que, en un par de años, se enviará río arriba para mantener el caudal ecológico y regar la zona agrícola del margen derecho y los nuevos humedales del Delta. El proyecto supondrá una inversión de 100 millones de euros.
Josep Ferrer.
Barcelona
El Ministerio de Medio Ambiente, con cargo a los fondos europeos, y la Generalitat, a través de la Agencia Catalana del Agua (ACA), financiarán los 100 millones que costará la nueva depuradora del Baix Llobregat. Una vez terminada toda la red de tuberías, su explotación y uso pasará a manos de la ACA, que tendrá que decidir quién puede utilizar el agua, cómo y a qué precio.
No está previsto que las aguas negras tratadas puedan utilizarse en las industrias y para regar calles, parques y jardines de los municipios, tal y como se había pensado inicialmente. “Construimos infraestructuras para uso público y no privado”, ha dicho Joan Compte, director general de DepurBaix, la empresa pública encargada de los trabajos.
La construcción de los 19 kilómetros de tubos, la mayoría de los cuales tendrán 1,6 metros de diámetro; así como todo el tratamiento terciario y biológico de la depuradora ya han sido adjudicados.
El primer tramo de conducciones lo hará la UTE Sacyr-Scrinser, por un importe de 12,21 millones de euros; el segundo tramo, Copisa, por 11,05 millones; el tercero, Necso, por valor de 13,53 millones; y el cuarto tramo, Comsa, por 2,73 millones. La construcción del tratamiento terciario se ha adjudicado a la UTE FCC-SPA-Aqualia, por un importe de 18,14 millones; y la ampliación del tratamiento biológico a la UTE Inima-Guinovart, por 11,98 millones de euros.
El agua que se envíe río arriba “tendrá que ser de más calidad que la de ahora”, según Compte, de manera “que sea adecuada, tanto para la flora y fauna del río, como para el riego y las zonas húmedas”. Por este motivo las aguas negras, que ahora se limpian en un 92%, se volverán a refiltrar “para sacar los sólidos que aún llevan”, se desinfectarán “para matar los virus y bacterias” y se airearán, “añadiendo oxígeno”.
Muro contra la salinización.- La construcción de la barrera contra la intrusión salina, un proyecto innovador que sólo se aplica en California, va más retrasado. Las obras de la primera fase se adjudicarán en el segundo semestre de este año y estarán operativas a finales de 2006, mientras que para la segunda fase aún no hay ni proyecto, ni presupuesto, ni plazos.
El plan consiste en crear una barrera con agua tratada y dulce, formada por una veintena de pozos, y que irá desde la depuradora hasta la mitad de la zona de actividades logísticas del puerto de Barcelona, pasando por debajo de la actual desembocadura del Llobregat.