Gema Fernández
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Los accidentes laborales en España suponen un elevado coste para la sociedad y las empresas, valorado en aproximadamente unos 12.000 millones de euros al año (casi dos billones de las antiguas ‘rubias’), según el sindicato Comisiones Obreras. Además, se cobran la vida de más de cuatro personas diarias, de media. Muchas son las iniciativas que se están poniendo en marcha, ya sea a nivel privado, público o federativo. La nueva Ley de Prevención de Riesgos Laborales auspiciada por el Gobierno de Aznar es una de ellas, pero esta normativa no acaba de convencer a todos.
La ley exige que todas las empresas dispongan en seis meses de un plan de prevención adecuado a sus riesgos específicos, con lo que se pretende luchar contra la formalización de los planes que no se adecuan a estos riesgos. La dificultad reside en unificar a todas las compañías, ya que no disponen de las mismas posibilidades.
Las sanciones también pretenden acabar con este problema, pero los representantes sindicales no tienen claro si esta medida es efectiva, y se limitan a defender que el estricto cumplimiento de la normativa en materia de prevención de riesgos serviría para frenar el número de accidentes.
Algunas asociaciones, como la de fabricantes de hormigón Anefhop, apuestan por la formación como base para que los trabajadores se conciencien de los riesgos que corren si no toman las medidas de seguridad oportunas. Según los directivos, esta iniciativa está dando buenos resultados.
Sea como fuere, la prevención es labor de todos, porque ya se sabe que “más vale prevenir que curar”.