así lo ve/ Javier Aguirre/ analista de Delta A. F.
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
- ¿Acaba la era Aznar con el doble de hipotecas que en 1996?
- Sí, el ritmo ha sido frenético en estos ocho años. Y los datos hasta noviembre que acaba de publicar la Asociación Hipotecaria Española evidencian que el ritmo de demanda hipotecaria, lejos de remitir, sigue pujante, cercano al 12% en noviembre. No obstante, en el conjunto del año se observa una paulatina contención, que coincide con la ralentización esperada para el sector inmobiliario en el área residencial.
- En esa supuesta ralentización no coinciden mucho los analistas.
- Coinciden en que la evolución que ha mostrado el mercado residencial en los últimos años se frenará en 2004. A partir de ahí, podemos abrir un debate sobre si un ritmo de construcción y venta de viviendas inferior al de 2003, pero alrededor de medio millón de unidades al año, supone una ralentización o no del sector. Personalmente, más que de una ralentización hablaría de una racionalización de demandas y de precios.
- En unas jornadas sobre el mercado hipotecario se ha dicho que de nuevo se superará el medio millón de viviendas en 2004.
- Sí, es posible. A falta de los datos finales, en 2003 las previsiones apuntan a que se superaron las 700.000 viviendas. Si en 2004 esa cifra descendiera hacia los niveles de medio millón de unidades confirmaría ese aterrizaje suave que espera el mercado y que será muy bueno para el sector, porque supone mantener un ritmo fuerte de crecimiento sin amenazas de que se rompa el saco.
- Parece que los bancos renuncian a una nueva guerra hipotecaria. ¿Es eso una señal?
- Los bancos trabajan con márgenes muy estrechos; demasiado estrechos, quizás. En estos años nos venimos preguntando cómo pueden cuadrar sus cuentas con diferenciales en muchos casos inferiores al medio punto. Ahora, algunas entidades han lanzado nuevos productos hipotecarios con la intención de arañar cuota de mercado y está por ver si los demás responden. Pero yo no diría que una nueva guerra hipotecaria pueda ser una señal para medir la temperatura del sector. El mercado hipotecario es ya muy competitivo.
- Ahora, en vísperas de la campaña electoral, los políticos vuelven a hablar de soluciones para el problema de la vivienda. ¿Por dónde pasan esas soluciones?
- Por una intención política, que afecta no sólo a la Administración central, sino a las comunidades autónomas y los ayuntamientos. El problema de la vivienda está muy bien identificado: es el suelo, que en muchos casos supone más de la mitad del precio final. Si eso no se arregla, los precios podrán moderarse, pero no se atajará el problema. Sólo cuando se liberalice el suelo y se consiga que baje el precio del metro cuadrado, bajará el de la vivienda.