AUTONOMÍAS

Paralizado el proyecto del auditorio de Vitoria por falta de acuerdo político

La oposición exige la reforma del diseño o el cambio de ubicación

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El proyecto para la construcción de un auditorio en Vitoria no acaba de cuajar, y es que los problemas se van sucediendo sin que las obras lleguen a tener una fecha de comienzo. Una vez elegido el lugar y el arquitecto que diseñará el edificio, ahora llega el rechazo de la oposición en el Gobierno municipal, que no acepta las modificaciones necesarias en Castilla Sur.

Garbiñe Esteban.

Vitoria

El auditorio de Vitoria vuelve a estar en entredicho y su construcción queda de nuevo en el aire, a pesar de que ya hay profesionales trabajando en el proyecto.

El alcalde de la ciudad, Alfonso Alonso, tiene entre sus planes prioritarios la construcción de un edificio emblemático que dote a la ciudad de un auditorio. Ya ha elegido el lugar, en la zona de Castilla Sur, y el arquitecto, el prestigioso Juan Navarro Baldeweg. Además, ha conseguido implicar en la financiación de la obra a gobiernos central y vasco, así como a la Diputación de Alava.

La oposición.- Los dos principales grupos de la oposición en el Ayuntamiento, PSE y PNV, ya han confirmado que votarán en contra de la modificación urbanística necesaria para construir el auditorio según su concepción actual.

Con los 9 concejales de 27 que posee actualmente el Partido Popular se hace inviable la puesta en marcha de un proyecto sin el apoyo de uno de estos grupos.

La oposición de los nacionalistas ya se conocía, y quizás ha sorprendido la de los socialistas. Ambos grupos coinciden en gran manera en sus argumentos. Uno de los principales argumentos esgrimidos se refiere al espacio de la parcela elegida. Desde el principio se veía que las dimensiones eran muy justas. De hecho, uno de los principales quebraderos de cabeza de Navarro Baldeweg ha sido acoplar el diseño del inmueble a la superficie disponible.

La oposición considera que se ha metido un poco con “calzador”, por lo que se ha considerado que no es serio seguir adelante con un proceso de estas magnitudes no teniendo un solar adecuado para ello.

En este sentido, Alonso ha propuesto una modificación urbanística que evite este “encajonamiento”. Se trataría de añadir a la parcela actual un solar contiguo de 1.400 metros cuadrados de jardín y vial de peatones, calificado como “espacio libre”, y que habría que reconvertir a “equipamiento genérico” para poder “recibir” al nuevo edificio.

Por otro lado, se plantea variar la composición de varios edificios de viviendas de lujo previstos en la zona, de manera que no quedaran muy cerca del Palacio de la Música. En concreto, la idea era convertir dos inmuebles residenciales en uno sólo, y alejarlos de la fachada del nuevo equipamiento, para lo que habría que aumentar su altura. Se ganarían así 20 metros entre la fachada del auditorio y las fachadas más cercanas.

Los socialistas se quejan de que, en el momento en que se convocó el concurso para el diseño del proyecto, ya se planteó la posibilidad de modificar la disposición de las viviendas, y ya entonces el alcalde fue tajante en su negativa. Por ello, consideran que posibilitárselo ahora al arquitecto elegido, sería como “hacer trampa”, o conceder ventajas a este profesional. En esta apreciación coincide también el grupo nacionalista.

Los dos grupos de la oposición coinciden también en la manera de desbloquear la actual situación, que no es otra que hacer un edificio de tamaño acorde a la parcela disponible, o buscar otra ubicación al mismo.

El alcalde, Alfonso Alonso, sorprendido por la postura socialista, desconocida hasta el momento, ha declarado que “creía que el debate de la ubicación estaba cerrado”. “Esta parcela se eligió sabiendo que las modificaciones podían ser necesarias. Es más, no hay ninguna parcela en la ciudad que pueda acoger el edificio sin acometer una reforma del Plan General de Ordenación Urbana. Es lo habitual.”.

Alonso no ha dado importancia a los argumentos de la oposición, y se ha limitado a considerar razones políticas para esta falta de apoyo. Muy contrariado, ha explicado que “si renuncian ahora, hay que volver a empezar desde cero. Esto no tiene sentido, es algo absurdo cuando ya tenemos el diseño tan avanzado y hemos conseguido millones de euros del Ministerio de Cultura y de la Diputación alavesa, y el Gobierno vasco también nos ha financiado los estudios previos. ¿Con qué cara voy a ir a estas instituciones para decirles que no, que ya no se hace, o para pedir dinero para otros proyectos? ¿Cómo podré convencer a nadie de que Vitoria es una ciudad seria?”, argumenta Alonso.