AUTONOMÍAS

El Ejecutivo cacereño quiere peatonalizar todo el casco histórico de la ciudad

El Plan Especial prevé la construcción de cuatro aparcamientos subterráneos

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El Ayuntamiento de Cáceres quiere conseguir que el casco antiguo de la ciudad sea lo más peatonal posible, sin eliminar del todo el tráfico rodado. Así, el Plan Especial para el Casco Histórico propuesto en el PGOU contempla una progresiva peatonalización de todas sus calles y plazas, salvo contadas excepciones, como la Ronda del Pilar y Ramón y Cajal o la avenida Juan Carlos I.

La opción elegida para compatibilizar el flujo de peatones y el tráfico rodado necesario es la construcción de la “plataforma única”, que consiste en eliminar la diferencia de nivel entre aceras y calzadas. “Está demostrado que de esta manera los coches circulan más despacio y los peatones van, poco a poco, ganándole terreno al coche”, afirma Cristina Herrera, concejala de Urbanismo de Cáceres.

La propuesta también incluye la construcción de cuatro aparcamientos subterráneos de gestión pública más, en lugares estratégicamente situados para facilitar el acceso al interior de los muros y así “mantener la vitalidad” del casco antiguo. Uno de ellos estará situado en Baluarte de San Pedro-Campillo, en la entrada desde San Roque por el este; otro en Santo Domingo, en el acceso desde el sur y Llanos de Olivenza; un tercero en torno al palacio de Godoy-Pajaritos, que es el acceso desde la margen derecha del río; y uno más en la zona deportiva, junto a la residencia Juan XXIII y el palacio de congresos.

En total, estos nuevos aparcamientos sumarían más de 2.000 nuevas plazas a las 1.000 ya existentes.

Además, en la Puerta Trinidad, Santo Domingo y en el entorno de la Escuela de Idiomas, se situarían tres intercambiadores intermodales, es decir, lugares donde coger y dejar los autobuses que desde la periferia o la parte moderna de la ciudad acerquen a los visitantes al centro histórico.

También se pretende recuperar el tejido residencial mediante la instrumentalización de un catálogo de 12 tomos en el que se recoja una base de datos abierta e interactiva con todos los pormenores: historia, descripción, protección y planteamiento de los edificios catalogados. En el resto de los inmuebles, su mantenimiento se regulará por una ordenanza que se desarrollará una vez aprobado el nuevo PGOU.

Igualmente, se pretende proteger el paisaje urbano, así como la utilización de lugares y edificios históricos singulares como focos de actividad y rediseño de los espacios en el casco histórico.