Fidel Azcárraga
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Madrid y Cataluña son las dos comunidades autónomas españolas que más aportan al proceso de solidaridad interterritorial, al situarse a la cabeza de las siete regiones que tienen mayor capacidad de financiación y que, por ello, son las que contribuyen a costear la necesidad de financiación de las diez restantes que componen el territorio nacional.
Así se desprende de los datos contenidos en el estudio “Balance económico regional (Autonomías y Provincias) años 1995-2002”, que acaba de editar la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).
Madrid, con 11.341,30 millones de euros en el año 2002; y Cataluña, con 10.862,70 millones de euros en ese mismo periodo, se sitúan a la cabeza de las siete regiones con capacidad de financiación, por delante de las Islas Baleares, la Comunidad Valenciana, País Vasco, Aragón y La Rioja.
Por el contrario, Andalucía, con una necesidad de financiación de 8.697,90 millones de euros, lidera el ranking de las comunidades autónomas más deficitarias y que, por tanto, necesitan financiación externa, junto con Castilla y León, Galicia, las Islas Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias, Murcia, Cantabria y Navarra, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
El profesor Pablo Alcaide, uno de los autores de este informe, ha explicado que de estos datos se desprende que con los ingresos de las comunidades autónomas más desarrolladas se está financiando la educación y la sanidad de las más que se encuentran más retrasadas. La brecha existente entre las diferentes regiones lleva a los responsables del estudio a afirmar que “los datos deberían hacer reflexionar a los políticos españoles, en aras de la corrección de las diferencias relativas en el desarrollo español, fortaleciendo y facilitando las inversiones productivas”.
Los excedentes aportados por las regiones más ricas revierten en las demás a través de la financiación pública, aunque el estudio demuestra que, incluso ésta, es insuficiente y tiene que completarse con fondos procedentes de la Unión Europea, inversiones del exterior o instituciones financieras privadas. Por debajo de todas ellas, el informe de la Fundación de Cajas de Ahorros resalta que el esfuerzo público no será nunca suficiente si no va acompañado por “la iniciativa empresarial creadora de riqueza”.
Entonces, ¿qué ocurriría si cada región se autofinanciase, como se ha propuesto desde algunos ámbitos políticos? Alcaide considera que el proceso de solidaridad interregional “no es algo voluntario de la comunidades autónomas”, sino que viene dado por la coincidencia de que en las comunidades autónomas más desarrolladas vive gente con más recursos económicos y, por tanto, aporta más, y al revés.
Según uno de los autores de este informe, hay que hacer una serie de salvedades a los datos que aparecen en el mismo, ya que no existe ningún registro administrativo que desglose las partidas por provincias y por comunidades autónomas como se ha hecho en él.