Gema Fernández
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El Metro es una de las principales reclamaciones de la mayoría de los barrios madrileños y, desde que se inició la construcción del Metro Sur, también de los municipios colindantes a la capital a los que aún no ha llegado esta infraestructura de transporte público.
Los políticos saben que esto vende, y por eso, en las pasadas elecciones a la Comunidad de Madrid, todos apostaron, cada uno a su manera, por ampliar la red existente. La triunfadora en los comicios y actual presidenta regional, Esperanza Aguirre, que mantiene una lucha encubierta con su antecesor en el puesto y actual alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, prometió en su campaña electoral 60 nuevos kilómetros de suburbano. Su deseo de quedar por encima de su compañero de partido y predecesor le ha hecho llegar más allá, y finalmente ha decidido poner en marcha 72,7 kilómetros de Metro, 10,7 kilómetros más de los prometidos, y en una legislatura algo mermada, sólo tres años y medio, frente a los ocho años que tardó Gallardón en hacer los actuales 114 kilómetros con que cuenta la red del suburbano madrileño, incluido Metro Sur.
Las novedades, Metro Norte y Metro Este. Además de estaciones allí donde antes no había, en barrios olvidados, como La Elipa, la Alameda de Osuna, o Villaverde.
Los vecinos de los barrios afectados están encantados, así como los alcaldes de los municipios que se conectarán a Madrid a través del Metro o del tren ligero. Las protestas llegan desde los olvidados, que siempre hay más de uno. Y es que nunca llueve a gusto de todos. Quizás en la próxima legislatura.